9.

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Jesy se encontraba en el piso, mientras que en su cara caían lagrimas que se combinaban con la sangre que caía por su frente. El hombre la había golpeado con un gran palo, ya que Jesy lo había golpeado primero con su pie en la entrepierna. La ojiverde no pudo evitar lanzar un grito mucho más fuerte que el primero cuando el hombre la golpeo otra vez. Jesy comenzó a sollozar mientras en su mente rezaba que toda está tortura se acabara. El hombre levanto el palo una vez más, Jesy cerro los ojos esperando el impacto pero se sorprendió cuando éste no llego. Abrió los ojos y miro a La Noche en frente de ella sujetando el palo mientras miraba al hombre, este último mencionado sólo miraba aterrorizado a Jade. La pequeña morena jaló el palo de la mano del hombre y ahora ella lo tenia entre sus manos. Él intentó darle un puñetazo a Jade en la cara pero ella fue más rápida y detuvo el puño con ayuda del palo, después le dio un gran golpe en la cara. El golpe de Jade fue tan fuerte y lleno de enojo que le abrió el labio al hombre mayor. Lo tomo del cuello de su camisa y lo empujó con fuerza contra el árbol, después golpeo su estómago y este cayó al piso. Una vez que estuvo tirado, Jade se agachó y lo tomo otra vez del cuello para después levantarlo y empujarlo con fuerza al piso otra vez.

— D-déjame vivir, por favor, no me comas —suplicaba con dificultad mientras temblaba— Por favor, Noche, tengo una esposa e hijos.

Jade negó con la cabeza mientras su mirada se dirigía hacia Jesy quien estaba siendo abrazada por Perrie. La rubia había llegado unos minutos después de Jade. La pequeña morena tomo al hombre del cuello y lo acercó a ella.

— ¿Crees que a tus hijos les gustaría ver cómo su padre golpea a una mujer inocente? —susurró Jade— Ahora lárgate, ¿entendiste? Si te vuelvo a ver por aquí, seré la última persona que veras antes de morir.

Él hombre asintió rápidamente con los ojos cerrados. Jade lo soltó, y este se fue corriendo con dificultad ya que los golpes de la pequeña morena habían sido demasiado duros.

— ¿Está todo bien? —pregunto Jade preocupada mientras se acercaba a Jesy y Perrie.

— Los golpes fueron fuertes —contesto Perrie mientras con la manga de su chamarra secaba la sangre de la frente de su amiga de ojos verdes— Lo mejor sería que la lleve al hospital.

— De ninguna manera, Perrie. Ya te dije miles de veces que estoy bien, ya no me duele tanto. Además, el hospital más cercano está a una hora de aquí.

Jesy intentó levantarse pero el mareo que tuvo por el golpe le gano. Jade y Perrie la sujetaron, cada una de un brazo.

— Pues algo me dice que le tendremos que decir a tu madre para que conduzca una hora, por qué no podemos dejarte así, Jesy, ¿y si es grave? —cuestionó la rubia.

— Estaré bien, solo necesito descansar —contesto la ojiverde mientras se ponía completamente de pie, pero aún tenía la mano apoyada en el hombro de Perrie.

— La llevaré a casa, Jade —dijo la ojiazul mientras se acercaba abrazar y darle un beso en la mejilla a la pequeña morena— Muchas gracias por salvarla.

Jade sonrió mientras mordía su labio inferior, el sentir los labios de la rubia en su mejilla aún provocaba que su corazón lata con descontrol.

— ¿Volverás? —pregunto Jade.

— Sabes que siempre volveré —contesto Perrie— Te veré mañana temprano. Salúdame a Candor, y continúa practicando tus barcos de papel.

Heart Like Yours | Jerrie (Editando)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora