Nuevo Comienzo En El Shibusen

Capítulo 2|Que se supone que soy?

Mi despertador sonó como siempre a las 7 am, pero no me dispuse a abrir los ojos.

Había tenido un sueño rarísimo, me había ido a vivir con mamá a una ciudad donde la luna daba puto miedo y estaba constantemente descojonandose de la risa, y mamá se podía convertir en un arma con un nombre raro.

Me reí de sólo recordarlo.

--Nora! Llegarás tarde en tu primer día!--escuché a mamá llamar!e así que me levanté.

ESPEREN!

MAMÁ?

Abrí los ojos dándome cuenta de que aquello no había sido un puto sueño. De verdad estoy viviendo con mamá y una rara ciudad, y hoy es mi primer día de escuela en un lugar en el que seguro acabaré muerta.

Genial, si de por sí ya tenía suficiente con estudiar con humanos, ahora tengo que ir a darme madrazos en una nueva escuela.

Me levanté y caminé hacia una puerta que estaba en la habitación, la que supuse era el baño. Y acerté. Al menos no todo es mala suerte.

Tomé una ducha caliente y salí a buscar mi ropa, que supuse seguía en las maletas. Así que le pregunté a mamá donde estaban.

--en la parte baja del armario, pero te compré algo de ropa en compensacion por la mudanza--dijo desde la cocina con una sonrisa.

Era tan raro ver a mamá y pensar que no era humana. Pero, si quería adaptarme a este lugar, tenía que empezar a entrarme en la cabeza que muchos son así aquí.

Abrí el armario y me encontré con un vestido blanco ceñido y un sobretodo azúl.

Al menos tendré reputación de "la chica torpe que se viste bien"

Me las apañé para arreglar mi cabello. Y antes de que les coma la curiosidad de saber cómo soy, bueno les diré.

Soy bajita y tengo el cabello blanco. Si, y es una asquerosa maldicion heredada de mi madre, aunque ella se ve muy linda con ello, en Brooklyn todos creían que me lo decoloraba, o que tenía problemas de estrés o cosas así. Es horrible. Mis ojos... no sabría cómo explicar de qué color son, ya que tienden a cambiar cuando se les pega en gana. Creo que esto es único de mí, porque no sé de nadie más a quien le pase. Mi papá dice que cambian con la luz, y mi madre que cambian con mi estado de ánimo.

Yo, simplemente, los odió (mis ojos, no mis padres).

Salí de la habitación y mi madre me recibió con un plato de huevos revueltos y pan tostado. Amo a mi mamá.

--te llevaré a la escuela para que sepas donde queda y conozcas al director--mamá me sonrió desde el otro lado de la mesa mientras yo acababa mi desayuno.

--los directores no son buenas personas--espeté.

--este sí, estoy segura de que te llevarás muy bien con él, todo el mundo lo hace. Voy a llamarlo para avisarle.

Mamá se levantó y pensé que iba a tomar el teléfono, pero, en cambio, caminó al espejo, y creó que eso fue lo más raro que vi hasta el momento (si quitamos el hecho de que mi madre se puede convertir en arma).

Mamá sopló en el espejo y escribió algo que no pude ver muy bien, sólo la primera parte "42-42...".

En ese momento, el espejo dejó de ser lo que era y mostró la imagen de la misma calavera mal hecha que estaba por toda la ciudad envuelta en una capa negra en forma de un raro resorte.

Tiene que ser una broma...

--Ichigo!--exclamó la cosa rara-- esperaba tu llamada. Ya llegó tu hija Nora?

--si, Shinigami-sama. Quiere verla o prefiere esperar a que lleguemos a la Death Room?

--las presentaciones personales son más apropiadas para un primer encuentro. Pero aún no me has dicho si debo inscribirla como Sythe o como técnico...

--eso...--mamá se pasó la mano por detrás del cuello con nerviosismo-- creo que es algo que ni ella misma sabe...

--bueno, creo que mejor será tenerla como técnico hasta ver si de verdad tiene las habilidades de una Sythe. Las energías de Death City eventualmente harán visible su habilidad como Sythe, si es que la tiene. Las energías de su ciudad y el poco conocimiento que posee acerca de nuestro mundo es algo que puede influenciar. Pero recibirá clases normales como todos y tendrá clases particulares con Stein para ayudar.

--entiendo. Lo veré después.

--Bye bye, Ichigo.

Creo que es la conversación con menos sentido que he escuchado en mi vida. Sigo esperando a despertarme de este raro sueño.

Tomé mi mochila y salí de la casa, con mamá junto a mí y serios problemas de identidad.

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N/A: en multimedia foto de Nora.