Un Matrimonio Forzado (1° Libro) (Terminando)

Capitulo #4 Confecion.

#Capítulo cuatro.

Abrí los ojos por los rayos del sol me levanté y entré a la habitación de Paul. No estaba, después de asearme y cambiarme, me puse mi reloj que siempre me acompaña, baje y me encontré a Sebastián.

-Buenos días señorita-me saluda.

-Buenos días Sebastián ¿y Paul?

-El señor está en el jardín desayunando ¿quiere que la guíe hasta el?-a siento empezando a caminar a su lado.

-Podemos dar un recorrido mientras vamos así allá-digo. Me mostró la gran sala, cocina, el despacho de Paul, un cuarto grande donde había un gimnasio con todo, no terminó de mostrarme todo y me guio hasta el jardín que era bellísimo con rosas y un campo de fútbol, una pista de baile junto a una barra y una enorme piscina y finalmente él estaba ai como Sebastián había dicho. Lo que más me gusta de esta mansión es que es súper grande y de dos pisos.

-¿Señorita le puedo hacer una pregunta?-dijo luego de unos pocos minutos en silencio, asentí como respuesta para que continuara-Sé que no debería meterme pero se supone que anoche era su primera noche de casados-mis nervios salieron a flote ¿será que sospecha?-Y tenían que haber dormido juntos ¿porque durmió en otra habitación?

-Es que tenía calor y Paul tenía la calefacción prendida, no quería incomodar por eso decidí irme a refrescar en la habitación de en frente-Sonreí nerviosa.

-¡SEBASTIÁN!-Gruñó notablemente enojado-¿No te he dicho que no te metas en mi vida privada? ¿ qué haces preguntando estupideces?

-Lo Siento señor-se disculpa-disculpe mi atrevimiento.

-Vete-suelta con fastidio. Me quede con la boca abierta.

-No tenías porque haberlo tratado así-es verdad que no debío preguntar eso pero tampoco esa fue la manera de hablarle.

-¡CALLATE!- gritó haciendo que me sobresalte.-todo esto es tu culpa, te dije que durmieras en mi habitación y no lo hiciste.

-¡NO ME GRITES!-grité- no tienes derecho a gritarme de esa manera-Me levanté decidida a irme.

-¿Dónde vas?-gruñó molesto.

-A la habitación.

-Tienes que alistarte vamos a inscribirte a la universidad para que continúes estudiando-gruñó.

-Ya estoy lista-dije.

- Ya no vives con papi-se levantó-aquí te vas a vestir decentemente

-Me visto como me dé la gana y si no te gusta te aguantas porque no por ti ni nadie no me voy a cambiar, además toda mi ropa es pequeña.

-Entonces te vas de compras y te compras ropa decente-puse los ojos en blancos, dale con que mi ropa es indecente. No le respondí solo me aleje y el me siguió. Pedí disculpas a Sebastián por el trató de Paul de hace un rato y con un gesto amable él también se disculpó.

Salí de la casa sabiendo que Paul venía furioso detrás de mí, vi dos autos, como siempre los hombres de negro me abrieron la puerta, entré al rato entre Paul sin dirigirme la palabra

-¿Hacia dónde señor? -preguntó el chofer viéndonos por el retrovisor

-A la Universidad-Dijo con un tono no agradable.

Después de una hora más o menos Llegamos a lo que creo y es la universidad de Nueva York. Es súper grande y lujosa.

Llegamos a un despacho donde abrió sin tocar.