Capítulo 2

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Punto de vista de Jared

-Jaiden, ¿estás bien?- Damien pasó su mano por mi cara, haciendo que cada parte de mi rostro se arrastrara, deformandola.

Aún estaba atónito por lo que pasó ayer, no quería que nadie lo supiera, me mandarían a un psicólogo.

Asentí, engañándoles.-S-si- tartamudeé.- , no ocurre nada.

April metió una galleta de chocolate a su boca, entrecerró sus ojos.-No te creo- habló, mostrándonos pedacitos de galletas que eran trituradas por sus muelas.-, se nota que hay algo incomodándote.- tomó otra galleta y me señaló.-Dime, ¿es alguna chica?- me guiñó su ojo.

Parpadeé nervioso, me acerqué a ella, nuestros rostros quedaron separados por centímetros.-¿Cómo lo supiste?

-Soy una experta, que puedo decir.

Jared rodó sus ojos.-Ya, cuenta.- habló molesto el moreno.

Suspiré y les conté todo, desde que encontré el cuaderno en el suelo, hasta lo de mi admiradora secreta. Los chicos no lo podían creer, los entiendo, si alguien me viene con ese cuento, lo mando a la mierda. Justo como hizo Jared.

-Amigo, sabes que te quiero y te conozco desde hace años- me observó serio.-, pero que me vengas con esa estupidez me hace sentir rabia.

-¡Pero es verdad!- grité. Todas las personas a nuestro alrededor me observaron, como si fuera un bicho raro. Me levanté enfurecido.-¿Saben qué?- observé a cada uno.-Si no van a creerme, mejor me voy. Pensé que ustedes eran mis amigos.

Damien se levantó y me tomó del brazo.-Lo somos- afirmó.- , pero nos molesta que nos mientas, bro.

-A nadie le gusta las mentiras, J.- April continuó.

Reí sin gracia, se supone que son mis amigos, creí que iban a creerme. Me crucé de brazos.

-¿De qué te ríes?- cuestionó molesto Damien.

-J, por favor,si es una chica dinoslo, no nos enfadaremos.

-Es que no es una chica, no hay ninguna chica en mi vida.- elevé la voz al decir lo último.-¿Es tan difícil creerme?

Todos asintieron.

-Eso es algo, muy, loco. Y necesito pruebas para creerte, amigo.- Jared rodeó mis hombros con su brazo y nos sacó de la cafetería.

-¿Saben qué? Hoy todos van a verlo...- los acerqué y les conté el plan que se me había ocurrido segundos atrás.

-Si así vas a dejar de estar loco, acepto.

-Yo también.- habló Damien.

-Lo hago sólo porque eres mi amigo, y lo sabes.- rió la única chica del grupo.

-No sé por qué es tan gracioso, hieres mis sentimientos.

-Ya, vamos a clases.- contestó.

Íbamos caminando por uno de los largos pasillos de nuestra escuela, cuando apareció la rubia más envidiosa de nuestra clase, Carol.

A su lado, iba una de "sus mejores" amigas, Sarah. Esa chica era igual a ella, pelo rubio y largo, de contextura delgada, ojos verdes con toque de marrón en el centro.

Eran las personas que más odiaba April, desde que ella se unió a nosotros, fue humillada por Carol y sus amigas. Decían que porque ella era la única mujer del grupo, seguro estaba con nosotros sólo por sexo.

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