Capítulo 3

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Al día siguiente me desperté gracias a los gritos de mi madre y de Laura, desde que les conté que hoy había quedado con Rubén para que su hermana y la mía se conocieran e hicieran amistades se han puesto más entusiasmadas que yo, que va a ser la que va a quedar con él. No digo que no me haga ilusión no, todo lo contrario, en verdad estoy muy nerviosa porque va a ser la primera vez que vaya a quedar con un chico (aparte de los amigos, pero esos no cuentan) después de lo que paso con mi anterior novio. Aunque yo esta "cita" como lo llama mi madre, la veo más como una quedada de dos personas que quieren conocerse y hacer amistad, nada más.

Cuando me levanté, me preparé e hice todas esas cosas que se hacen por la mañana que creo que es innecesario decirlas y bajé para ir a la cocina encontrándome con mi madre haciéndose un café en la cafetera que le compré en su anterior cumpleaños. Cuando se dio la vuelta y me vio bajar por las escaleras enseguida vino hacia a mí, pero se paró en seco cuando me escaneo de arriba abajo.

-Buen día cielo... No es por criticar ni nada por el estilo, pero... ¿Qué haces así vestida? -Vale, eso me ha hecho un poco de daño, ¿tan mal voy vestida? Llevo un pantalón negro de estilo pitillo de imitación de cuero con una camiseta blanca de manga corta, larga y un poco ancha y unos zapatos que parecen deportivas pero que tienen cuña. No soy una gurú de la moda, pero creo que voy bastante bien teniendo en cuenta que solo vamos a ir a un parque a charlar.

- ¿Qué tiene mi ropa? -Me miro de arriba abajo.

-A ver, si me encanta como vas vestida, pero... No sé... No te podías haber puesto un vestido o haberte maquillado. –

-Mamá, te recuerdo que vamos a ir a un parque, no a la gala de los Óscar. Además, sabes que no me gusta el maquillarme, prefiero que mi cara respire antes de tener kilos y kilos de maquillaje. – Mi madre siempre se ha empeñado en que utilice maquillaje en mi época de adolescencia, pero yo lo odiaba y lo sigo odiando, a lo máximo que he llegado de maquillaje es el pintalabios de cacao para que no se me agrieten los labios y ni siquiera sé si se considera como tal, pero bueno.

Mi madre suspira y sigue con su desayuno, yo por mi parte me dirijo hacia la encimera y cojo una taza, echo la leche y por último el Colacao, lo remuevo bien y me lo voy tomando sorbito a sorbito.

Minutos después, llega una Laura cansada con cara de zombie, con su pijama de las princesas Disney y arrastrando sus pies descalzos hacia donde estábamos nosotras desayunando.

- ¿Qué? ¿Todo bien? ¿Has tenido buena noche? - me burlo de ella al ver la cara de sueño que tiene. Poco más y mete la cabeza en la taza de los cereales.

-De buenas nada. -dice con la voz ronca. -Anoche en la madrugada estaba el Charmander que antes estaba en la acera en mi armario y me costó mucho capturarlo, pero por fin lo tengo. -dice mientras se arrasca un ojo y bosteza.

-El Pokémon Go va a terminar fundiendo el poco cerebro que tienes. - le digo mientras llevo la taza al fregadero y la limpio.

-No es mi culpa que sea tan adictivo y divertido. ¿Por qué no te lo descargas? Podríamos ir juntas a cazar Pokémon y...- dice entusiasmada cuando la interrumpo.

-Para el carro guapa. - le digo mientras estiro el brazo y le pongo la palma de mi mano cerca de la cara en señal de stop. - ¿Yo? ¿Jugar a Pokémon? Sabes perfectamente que no tengo tiempo para eso Lau. Ahora tengo un trabajo y no puedo estar todo el tiempo pendiente de un juego para móvil. –

-Pero Sam... Hace mucho que no hacemos cosas juntas como en los viejos tiempos. Desde que empezaste con tu nuevo trabajo solo estas pendiente de eso y siento que me has dejado de lado, quiero pasar tiempo con mi hermana y pensé que con este juego podríamos estar, aunque sea por un momento, unidas como lo solíamos hacer antes. - dijo mirándome a punto de llorar.

Ohhh mi pequeñaja. Nunca pensé que se sentía así, si lo hubiera sabido antes habría estado más tiempo con ella. Es verdad que desde que me independicé y conseguí el trabajo de dibujante estuve más aislada de mi hermana y de mi familia en general.

-Laura...- le digo mientras me agacho para estar a la altura del taburete donde está sentada. - ¿Por qué no me lo habías dicho antes? Si me lo hubieras dicho, podría haber hecho algo para intentar estar más tiempo juntas. - la digo mirándola a los ojos.

-No te quería causar problemas, sé que para ti es importante este trabajo y no pretendía ponerte en un aprieto y darte a elegir. Por eso, cuando mamá me dijo que me ibas a cuidar y me ibas a llevar al parque me puse muy contenta, porque por fin íbamos a pasar un día de hermanas. Y aparte, conocer a mis ídolos favoritos junto a ti fue fantástico. - dijo ya un poco más calmada.

-Laura, sabes que te elegiría a ti por encima de todo. - dije acariciándole las manos con las mías. - ¿Qué te parece si descargamos el Pokémon Go, y cuando estemos con Rubén y su hermana, me enseñas a jugar? ¿Te parece bien? -

Cuando le dije eso, se le ilumino la cara por completo. Me sentía culpable de no prestarle la atención que necesita. Tiene siete años, yo a su edad me hubiera gustado estar más tiempo con mi madre y mi padre, pero por motivos de trabajo, ellos siempre estaban fuera de casa y me tenía que quedar en la casa de mi abuela hasta que ellos regresaran a la noche. Además, mi padre se fue de viaje de negocios cuando yo tenía como unos nueve años, prácticamente he vivido mi infancia sin él. Así que, si me tenía que descargar el juego para que Laura estuviese feliz y pasáramos un día juntas, lo haré, porque la quiero como a nadie en este mundo.

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He tardado un poco pero aquí esta :D

Voy a ir preparando los capítulos para así tenerlos listos he ir preparando cosillas bastantes guays ;)

Espero que os haya gustado

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Hasta más ver!

Pokémon Go {r.d.g.}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora