El grupo de muchachos rodeaban aquel extraño pozo que habían encontrado al explorar por el bosque, los perros ladraban y gruñían desde lo lejos en aquel inmenso paraje...
Hacían todo tipo de conjeturas mientras arrojaban una que otra roca, algo estaba dentro de aquel pozo, no era ningún animal conocido; media algunos 50 cm de alto y parecía estar en posición vertical.
Vieron venir a Camilo que regresaba de su casa, con una botella en su mano. Cuando encontraron el pozo Camilo dijo que tenía algo para sacar a lo que en el se escondía y fue por ello que regreso a su casa, traía una botella llena de gasolina, le había introducido un trozo de tela en el pico de la botella formando una especie de bomba molotov.
- Con esto debe salir o se cocinará- dijo Camilo mientras encendía el extremo de la tela, mientras que los otros soltaban unas cuantas carcajadas.
Justo antes de arrojar la botella vio que unos pequeños pares de ojos color amarillos lo veían desde el fondo de aquel obscuro pozo, dudo, pero el fuego estaba ya alcanzando el pico de la botella y no pudo hacer más que arrojarla.
Desde el fondo surgió un resplandor de llamaradas, mientras una especie de chirridos y chillidos que por momentos parecían ser gritos humanos se escuchaban desde el fondo de aquel pozo.
Era una cosa que quitaba la tranquilidad a cualquiera fueras tan fuerte como lo fueras te hacia sentir muy inquieto.
Todo el grupo corrió asustado, de el pozo sólo se podía ver salir una columna de humo muy espesa, todos regresaron a sus casas aquel día.
Duraron algunos días sin salir pues el remordimiento era bastante evidente.
Pasaron dos o tres semanas hasta que un día al llegar la noche cuando Camilo dormía terribles pesadillas Lo empezaron a incomodar, el caminaba por un paisaje grotesco, era de noche, el suelo estaba cubierto por tortuosos pastizales y hierba seca que entorpecían su caminar,un viento fuerte que resoplaba y silbaba, desde l cielo lo miraba una luna con rostro humano. En el horizonte surgieron seres gigantescos que hacían temblar la tierra y el cielo con sus pasos, unos hombresitos pequeños se escurrían entre los pastos.
El viento continuaba soplando y los gigantes empezaron a repetir su nombre.
Camilo trataba de escapar pero los pastizales y los hombresitos lo detenian, los gigantes se acercaban cada vez más.
En ese momento despertó muy sobreexaltado y con un grito desgarrador, sintió un fuerte olor a humo que provenía de afuera de su habitación, corrió hacia el cuarto de sus padres; los gritos de Camilo perturbaron la paz de aquella noche, el lecho matrimonial estaba envuelto en llamas, sobre el se retorcían de dolor sus padres, aparto la mirada de aquella fuerte escena, vio hacia la ventana y un grupo de hombresitos miraban las llamas y se reían........
En ese momento compendio que lo que aquel día quemó en el pozo habían sido duendes.
Camilo quedó tan traumatizado que cuando la policía llego, nadie le creyó su historia y lo llevaron a un centro psiquiátrico en el cual pasa sus días hasta hoy.....
