My Sweet Chat Noir

Capítulo 2: ¡Inesperado!

Puse las manos en mi estómago, realmente tenía hambre y bueno... Sería ilógico si no consigo algo de comer, ya que... Vivo en un sitio donde... Literalmente hacen comida.

Bajé las escaleras buscando a mis padres, al parecer no estaban pero había una nota que decía:

"Marinette:

Tu padre y yo salimos a dejar un pedido, es algo lejos y nos tomará un tiempo en llegar. Si no te encontramos cuando lleguemos,te llamaré, ¿vale? Cuídate mucho." 

Att: Mamá."

Ah que bien, ahora estaba sola en casa; vi lo que tenía en el refrigerador y si les soy sincera, de lo que había, nada me agradaba. Suspiré, no podía tomar nada de la panadería sin permiso... ¿¡Qué tengo que hacer para poder comer!?  Y sobre todo... ¿A qué se refería con eso de... "Si no te encontramos cuando lleguemos". Yo no iré a ningún lado.

Y cuando estaba a punto de resignarme y comer lo que estaba en la cocina, sonó mi celular; remitente: Alya.
Contesté.

— Hola Mari. — Dijo Alya con entusiasmo. 

— Hola Alya, ¿cómo estás? — Sonreí.

— Bien, bien... ¡Oye! ¿Ya viste mi blog? Al final Ladybug si apareció en escena para ayudar a Chat. Ah... Es tan heroica. — Lo último sonó como un suspiro.

— Oh, ¡pero claro que lo he visto! — Mentí. — ¿Vaya pelea, no?

Trataba de sonar lo más tranquila y segura posible.

— Sí, pero al final triunfó el bien nuevamente. — Hizo una pausa. — ¡Oh! ¡Casi lo olvido! Dijiste que haríamos la tarea de química en grupo. ¿Vendrás? 

Abrí los ojos muy bien abiertos, lo había olvidado por completo. ¡A eso se refería mi madre!  — Claro que voy amiga. — Sonreí nerviosa. — Iba a salir para allá dentro de unos minutos.

— Oh vale. Te esperamos Mari, hablamos en un rato. Bye. — Colgó.

Me quedé mirando el celular, ¿cómo había olvidado aquello? Y ¿cómo es eso de... "Te esperamos"? ¡No recuerdo nada! Marinette distraída ataca de nuevo.

Subí a mi habitación con rapidez y con eficacia eché lo que necesitaba en mi mochila llamando la atención de Tikki esta vez.

— ¿Por qué tanta prisa?

— Resulta que olvidé una reunión en casa de Alya para hacer un trabajo de química, debemos salir en este instante para allá. — Respondí apurada mientras guardaba todo en mi mochila.

— Bien Mari. — Me dedicó una sonrisa y se metió en mi mochila.
— Nos vamos. — Agregué sonriendo.

Oscurecía cuando llegué a la casa de Alya, suspiré estando ahí parada al frente de la puerta, si que había llegado tarde. Escuché la puerta abrirse y levanté la mirada, estuve a punto de saludar a Alya como comúnmente lo hacía pero... El caso es que la persona que me abrió la puerta no era mi mejor amiga.
¡Era Adrien!

— Hola Marinette. — Saludó dedicándome una sonrisa.

Me quedé muda unos segundos, había quedado como en shock... A esto se refería con: "te esperamos", reaccioné después.

— E-eh... Hola Adrien... — Sonreí nerviosa. 

— ¿Te sucede algo? — Preguntó girando la cabeza un poco.

— ¡N-no! Sólo... Sólo estoy algo cansada... ¡Sí! ¡Eso! — Volví a sonreír.

— Bien, te creo. — Sonrió al igual. — Pasa. — Agregó haciéndose a un lado.