Chapter 4
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.-¿Que... que haces, Pietro?.-
El suave murmullo escapo de tus labios, el sonrojo que brillaba en tu rostro gracias a la luz de luna que se colaba por el balcón me alertaba de lo que estaba haciendo, pero no podía detenerme. Tu voz adormilada era como un suave caramelo derritiéndose en mi boca, tentándome a probar cada vez mas, hasta saciarme. Quería decirte cuanto te amaba en ese momento, que no soportaba este sentimiento en mi pecho, pero no lo entenderías, nadie entendería. Susurre un leve "te amo" antes de besarte una vez mas, mas profundamente, con mas intensidad.
Estaba a punto de hacer algo imperdonable, algo enfermizo, y rogaba por que no me odiaras mientras acariciaba tu cintura. Jadeaste, y sentí tus frías lagrimas escapar, querías alejarme, lo sabia, pero no podías, tu mente estaba en conflicto, volviéndote inmóvil ante mi acto.
Conmigo serias feliz, era capaz de darte todo, y tu lo sabias. Habia cometido actos horribles, solo para conseguir lo que deseabas, nunca te dije de donde venia el dinero, las cosas o los caprichos, pero lo sabias, podías leer cada pensamiento si quisieras. Porque mi mente y mi ser eran tuyos desde el momento en que nacimos.
Levante la vista y tome tus muñecas posandolas sobre tu cabeza, te observe fijamente, quería que me vieras, que vieses lo que sentía. Tus ojos se abrieron con sorpresa y sonreíste de manera triste, eso me partió el corazón.
-Pietro... Esto no esta bien.-
Murmuraste, pero no estaba dispuesto a escucharte, no había nadie que nos impidiera esto, no había moral, no había alguien a quien pedir perdón por tal acto, me acerque a tu cuello y lamí, sintiendo como cerrabas tus piernas involuntariamente alrededor de las mías y jadeabas, apreté tus muñecas y eso te encendió, te gustaba, lo sabia. Explore dentro de tu vestido antes de deshacerme de el, estaba ansioso, y tu cordura ahora estaba nublada. Acaricie tu intimidad lentamente, sosteniendo tus muñecas con una mano, eras pequeña, a decir verdad. Tus jadeos me volvían loco, y eso me hacia desear arrancar tu ropa y tomarte ahora, pero debía ir despacio, lo sabia, era tu primera vez, estabas asustada.
La humedad entre tus piernas me decía que estabas lista, me relamí los labios con impaciencia y me despoje de la ropa en un rápido movimiento. Tome tus caderas firmemente hasta que tu humedad rozo mi erección. Te senti temblar, tenias miedo, la cordura volvía a ti por instantes, estabas a punto de detenerme, pero te bese, con tal anhelo que nos hizo perdernos entre jadeos.
"Te prometo, que todo estará bien" susurre en el momento en que te penetre.
-¡Ah! Pietro, por favor...- "No, no me pidas que me detenga, no puedo parar" Me aferre a tu cintura, el dolor pasaría pronto, ahora eras mía. Lo hacia lo mas lento que podía, sabia que debía contener esa bestialidad que emergía de mi cada que sentía como tu cuerpo se tensaba de aquella manera, debía darte la mejor experiencia de tu vida.
Los jadeos se volvieron constantes, y pronto me observaste deseando mas, y no pude contenerme, al enterrarme profundamente en ti no pude evitar soltar un gruñido. Aquello te sorprendió, nunca habías visto este lado de mi, ese lado que solo podía desquitar con otras mujeres pensando en ti. Pero ahora estabas aquí, en mis brazos y no planeaba dejarte ir, no ahora que por fin estábamos completamente unidos. Sentía mi sangre hervir y tus gemidos solo aumentaban el deseo que tenia de hacerte completamente mía, de llenarte con todo mi ser, y fue así, sin contenerme, no tuve miedo de plantar mi semilla en ti, con aquellas estocadas tan fuertes que te hicieron gritar de placer. Pero no quería parar, no deseaba dejar de entrar y salir de ti, mi cuerpo se encontraba ardiendo, la gloria de sentirte apretada alrededor mio, era la sensación mas exquisita que hubiese sentido jamas "Eres tan estrecha" susurre en tu oído, eso te encendió aun mas.
Salí de tu interior con un ultimo gruñido, aquello había sido lo mas maravilloso de mi vida, aquello que solo llegue a soñar en mis mas enfermas fantasías, pero ahora estabas aquí, para mi, y solo rogaba que no me odiaras después de tal pecado. te escuche murmurarme, pero no logre entenderte, te sentaste y recargaste en el cabezal de la cama, tus ojos jade me observaron atentos y llenos de preguntas. Y estaba dispuesto a abrirte mi mente, pero querías escucharlo de mi. Querías que yo te platicase todo lo que sentía. Me senté a tu lado y te acaricie, temblabas, estabas temerosa, bese tu frente y te hice mirarme de frente, te cubriste con aquella sabana de terciopelo que reposaba bajo nosotros, tu mirada expectante me conmovió.
-Llevo tanto tiempo aguantando esto que no pude detenerme, lo lamento tanto...- Me observaste con aquella pizca de astucia en tu mirada, estabas analizándome.-. No podía dejar de pensar en lo mucho que habías cambiado, de lo horrible que sentía cada vez que alguien coqueteaba contigo, y no podía siquiera dejarte salir sola. Tenia miedo Wanda, miedo de que encontrases a otro hombre y me abandonaras a mi suerte, porque te amo tanto que me duele pensar que alguien mas te haga feliz...-
Acariciaste mi rostro con ternura en la mirada y yo recogí mi cabello hacia atrás, era un gesto que hacia cuando estaba preocupado o muy entusiasmado, y sonreíste.
-No pude soportar saber que Visión y tu tenían algo, quería alejarte por completo de el y de cualquiera que fuese interesante para ti. Tenia miedo... sentía celos..- Tu dulce mirada me encogió el corazón, estabas entendiéndome.
-Eres lo mas importante que tengo, y nada ni nadie me alejara de ti, hice lo imposible por mantenerte con vida, daría todo por ti.- Murmuraste somnolienta, eras sincera, tu mirada cansada demostraba aquello, te abrace y nos recostamos, mientras nos arropaba. Aquella sensación al tenerte en mis brazos de aquella manera tan profunda y llena de significado me englorio el corazón. Ahora estábamos unidos para siempre, y eso, seria muchísimo tiempo.
Me sentía feliz, no habías huido de mi como pensé que harías, no, estabas en mis brazos, respirando tranquilamente, y yo a tu lado observándote mientras sonrio. Me sentia afortunado, Lucharia contra el universo entero por ti, mi dulce y amada hermana menor.
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Confrontando el dolor [Maximoffcest]
Fanfiction[Completo] [Maximoffcest] [Pietro x Wanda] - ¿No lo viste venir?...- Fue la ultima frase que Wanda escucho susurrar a Pietro, Y en cuanto sucedió una ira inhumana la inundo, pero lo sintió, aquel lazo que la unía a su hermano seguía ahí, vivo. Y se...