Cuando lleguè a casa de mi abuela, mi padre estaba en el sofa fumando con ella.
- Sabes? Hoy me encontrè a Paul justo despues de danza, extraño verdad? - dije mirando a los dos mientras me sentaba en el sillon. Mi padre tratò de esconder una sonrisa y mi nana seguia leyendo.
- Wow, que raro. Seguro tiene una amiga o alguien ahì tambien. - dijo moviendo las manos despreocupado. Lo miré. Su calma me hacia reir despues de todo.
- Si, quizas. O talvez es porque un mal padre le contò el secreto de su hijo.
- Fuè sin querer.
- Ya. Todo es sin querer para ti. - cojì mi celular.
- Esos aparatos no te permiten ni enfadarte como se debe. - su cigarrillo habia acabado y ahora solo me veia con la ceja alzada. Lo ignorè aunque tenia un poco de razon.
En realidad no estaba bravo con el. Mi padre me habia hecho una especie de favor, en fin de cuentas. Aunque esto no se lo diria.
Le dì una ultima mirada mientras me alzaba y me dirijia hacia mi habitacion.
- Le dije a Paul que estudiaria contigo mañana. Es el castigo por lo que hizo. - gritò.
Lleguè a mi cuarto y me acostè en la alfombra. Estaba cansado, pero no habia sido un mal dia despues de todo.
'Estoy llegando a tu casa.' - Paul.
Que? Como asì?
Mirko, pensè.'Para estudiar? Mi padre dijo mañana.' - Bruno.
'Oh. No sè, dime tu.' - Paul.
'Pero me sirve de verdad estudiar para ingles.' - Paul.
'Vale, te espero.' - Bruno.
Debia arreglar el cuarto, aunque no seria mucho trabajo.
- Voy a salir con Maya. - dijo mi padre desde atras de la puerta.
- Como? Porque? - le dì una mala cara cuando abrì la puerta. - Ya te estas metiendo en problemas?
- Que dices... Somos adultos.
- Tiene novio. Es mucho menor que tu. Le estas dañando la vida.
- Que buena consideracion tienes de tu padre. - dijo. - Regreso tarde, chao.
- Paul viene hoy. - dije antes de que se vaya.
- Ah si? - una sonrisa creciò en su rostro. - Bien, chao.
- Te esta bien? - dije un poco confuso.
- Claro que si. Esta no es ni mi casa, que me importa de quien traes.
- Wow, gracias. Bueno adios. - cerrè la puerta en su cara.
El timbre de la casa sonò poco despues.
Corriendo, fuì a abrir.
- Hey, tu. - dijo entrando con una sonrisa. - Que extraño estar en tu casa. - dijo Paul.
- Porque?
- Nunca he entrado en casa de un profe. - entrò y cerrè la puerta tras de el. - Esta aqui?
- Oh... no. Saliò... con Maya.
- Maya? La buena de ingles? - estaba incredulo y con una enorme sonrisa. Solo yo veia lo malo de todo eso? Pff.
- Ya.
- Dios cada vez admiro mas a tu padre. - bufè.
- Vamos. - camimè hasta llegar a mi habitacion, Paul me seguia. - Puedes apoyar tus cosas ahì. - dije señalando una mesita.
- Que cuarto! - se tirò en mi cama y por un momento me le quedè viendo. - Dormimos en la misma cama? - casi escupo lo poco que habia tomado de la Coca Cola. El se riò. Se quedaria a dormir?
- No sabia que... - dije en un tono casi inaudible. - Eh, no. Hay una cama abajo de esa.
- Ok. Comenzamos? - Se alzò y, pasando a unos centimetros de mi, fuè hacia su maleta.
- Que es lo que no entendiste? - me sentè en un rincon de mi cama observandolo. Estaba de espaldas.
- El futuro, el pasado, nada. - se girò con el libro en las manos. Buscaba paginas a caso.
- Creo que mas que no entender es que nunca has escuchado. - hice una pequeña sonrisa. - Mira la 129. O por ahì.
- Vale... Se ve que eres hijo de un profe. - apoyò el libro a pocos centimetros de mi. Puso un lapiz entre sus dientes y se acostò en todo el resto del colchon. - Explicame esto de... - iniciamos a estudiar.
Trataba de no distraerme con todos los gestos idiotas de mi amigo.
Media hora despues cerrò impulsivamente el libro de ingles.
- Basta. Hablemos de algo mas.
- Siempre dices que tienes problemas al concentrarte. Veinte minutos no me parecen suficiente para el examen de mañana.
- Ya, pero tu lograste hacerme concentrar. Ya lo entendì todo. - lo mirè con una ceja alzada. - Bueno, casi todo. - dijo sonriendo. - Me bastarà para un suficiente. - se puso boca arriba. - Asi que tu padre esta con la Maya...
- Hablamos de algo mas...?
- Te cae mal, eh?
- A todos nos caen mal nuestros padres. - respondì.
- Ya. Pero el tuyo no parece tan mal.
- No vives con el. - se rascò la cabeza.
- Ya. Oye y Tamara donde esta? - hizo una media sonrisa. - Se la pasan muy bien los dos, eh. Es gordita pero tiene sus cualidades. - con las manos dibujò lo que deberian ser los senos de mi amiga.
- Tarado. - le tirè una de las almuadas. - Yo y Tam... solo amigos.
- Como no. - riò. Yo estaba bastante serio. - Quieres decir que... nunca? - neguè. - Dios! Como haces? - bufò.
- Y tu? Tambien estas solo despues de lo de Beatriz...
- Nunca estoy solo. - me guiño el ojo. - Y hace cuanto no sales con alguna por ahì?
- Un año mas o menos... - bajè la cabeza para verlo a los ojos.
- Estas de broma. - su risa parò al darse cuenta de que no mentia. - Como haces? - movì mis hombros despreocupado. - No sera que tu...?
- Yo que...?
- Ya sabes... - me ruborizé. No queria que nadie supiera, peor el.
- Yo... - su mirada estaba clavada encima mio. - Tengo sueño.
Me alzè de la cama para ir a abrir la suya.
- Te la alzo o...?
- Asi esta bien. - sin mirarlo fuì a acostarme.
- No te queria ofender. - dijo. Apagué la luz.
- Buenas noches.
Habian pasado algunas horas. No podia dormir.
Sin pensarlo habia terminado por ver a Paul dormir por todo este tiempo.
Alarguè mi mano hacia el y rozè su frente. Al improviso se moviò y yo me hize el dormido.
- Me tocaste?! - gritò.
- Que dices... no, no!
- Claro que si! Acaso eres un marica?
- Ok, ok. Te toquè pero era broma. - dije ahora en ansia. El solo me miraba. - Te lo juro! Era por jugar.
- Mira, no me importa! Basta que no me toques. - se acostò y yo hice lo mismo.
Ahora si que no dormiria.
Hola ♡.
No se que escruvir asi qu yolo. Espero les guste!
xo.