Sábado
La fila para sacar las entradas era bastante larga, y no se movía tan rápido como lo esperábamos.
-No entiendo porque no nos dejan pasar a sacar las entradas, no vamos a ver la misma película que ellos. Nadie aquí verá la película que veremos nosotros-se quejó el rubio, haciendome reír.
Andy tenía razón, nadie vería la misma película que nosotros, porque todas las personas, a excepción de algunas pocas, estaban acompañados por niños, lo que indicaba que verían una película infantil, y no una de terror como nosotros.
-Lo sé, pero no es cuestión de que película veremos, si no a que hora llegamos. Tendríamos que haber llegado más temprano si querías entrar más rápido, pero tú quisiste quedarte a dormir un rato más-me burle y él sólo bufo-Ademas la película no se estrena hasta un poco más tarde, así que tenemos tiempo.
-Lo sé, pero también quiero recorrer y comprar cosas-dijo encogiéndose de hombros.
-Tel vez nos de el tiempo, la película es hasta las cuatro y media, apenas es medio día.
-Ojala que... -Andreas fue interrumpido por el sonido de su celular, rápidamente lo sacó del bolsillo de su pantalón y contestó.
-¿Si, mamá?... ¿Qué?... Si... Pero... Esta bien, voy para allá... Adiós, nos vemos al rato.
-¿Qué ocurrió?-pregunté cuando colgó, molesto.
-Mi hermano esta en el hospital, no me dijeron que ocurrió, sólo que debo ir allí. Luego te cuento-asenti-Tú entra si quieres, yo te doy el dinero para tu entrada y ya, luego venimos a ver otra juntos.
-No, vinimos a ver esta película juntos, no quiero entrar a verla si no estas.
-¿Segura?-preguntó y asentí-Esta bien. Pero no puedo acompañarte a tu casa, me voy directo al hospital.
-No, no. Igualmente me quedaré por aquí recorriendo un poco, luego iré a mi casa.
-Esta bien ¿quieres dinero?
-No ¿Recuerdas que yo tengo el mío?-respondí con una sonrisa.
-Esta bien. Adiós, nos vemos luego, me avisas cualquier cosa-beso mi mejilla-Cuidate mucho.
-Adiós, Andy-le sonreí y él se marchó colocándose sus auriculares. Yo salí de la fila, colocándome también mis auriculares y comencé a caminar del lado contrario que el rubio, hacia el área de comida.
Al entrar allí, comencé a caminar hacia el puesto de licuados, pero antes de poder avanzar mucho, en una mesa, ví a cuatro chicos sentados, comiendo y hablando tranquilamente.
Tom, su hermano y sus amigos estaban allí; cuando iba a darme vuelta para irme, porque sinceramente desde el día que los escuché hablar de mi no quise cruzarmelos, yo sabía la mala fama que tenía sólo por las apuestas y sabía que ellos pensando igual de mi, excepto Bill, pero cuando iba a marcharme, Tom se dio vuelta y me miro sonriendo, de inmediato y levantando su mano, haciendo una señal para que me acerqué, y así lo hice.
-Hola-murmuré tímidamente cuando llegue a la mesa de los chicos.
-Hola, _______, siéntate-me dijo Tom con una gran sonrisa, y así lo hice, en la única silla libre que estaba allí, que estaba en medio de él y Gustab. Los chicos me dedicaron una sonrisa como saludo, menos Georg.
-Vi que antes te dirigías hacía los licuados ¿de que sabor quieres? te compro uno-me sonrió Tom.
-No es necesario, Tom.
-Yo insisto ¿de que sabor quieres tu licuado?-insistió.
-En serio, no es necesario, me daría mucha pena que lo hagas.
-Entonces te lo compro yo-interrumpió Bill parandose de su lugar.
-No, Bill, ya les dije que no es necesario.
-¿De chocolate? Esta bien-me ignoro y caminó hacia la tienda. Yo escondí mi cabeza entre mis brazos, avergonzada.
Pocos minutos después, Bill volvio y dejó un licuado de chocolate frente a mi.
Yo busqué en mi cartera, y saque los ochenta pesos correspondientes al licuado.-Ten, Bill-se los tendí, pero él me miro con el seño fruncido.
-Ah no, eso si que no.
-Pero... -quise protestar, pero me interrumpió de nuevo.
-Que no-se sentó en su asiento, ignorandome totalmente, observando su celular.
-¿Y que hacías aquí?-preguntó el rastudo, apoyando su codo en la mesa y descansando su cabeza en la palma de su mano, observandome.
-Pues... vine con Andy a ver una película, pero algo surgió y él se tuvo que ir-expliqué-yo preferí quedarme a recorrer un poco.
-Tú y él parecen tener algo, si no fuera porque Andreas ahora tiene novia, seguirían diciendo que son novios. Yo también lo pensaba.
-Georg-advirtió Tom ante el comentario de su amigo.
Yo no sabía que decir, era completamente cierto, todos decían que Andy y yo éramos novios, aún que no lo fuéramos. Nosotros sabíamos de esos rumores, pero nunca nos preocupamos en desmentirlos, a menos que alguien se nos acercará personalmente y nos preguntará. Todo eso terminó cuando Andy comenzó a salir con Stella
-Se bien lo que decían de nosotros, pero no nos importaba, después de todo, los rumores son algo a lo que estamos acostumbrados y eso era sólo eso, un rumor-dije-Pero no entiendo pensamiento de la gente, si un chico y una chica pasan tiempo juntos, automáticamente son novios. Almenos ante la sociedad.
-¿Ósea que ustedes nunca tuvieron nada?-pregunto Gustav, y luego le dio un gran mordisco a su hamburguesa de doble libra, yo asentí confirmando su pregunta.
-Jamás tuvimos nada, somos amigos desde incluso antes de nacer-les conté, y no mentía. Mi abuela y la abuela de Andreas eran amigas desde secundaria, las dos quedaron embarazadas al mismo tiempo, y de allí nacieron nuestras madres con pocos meses de diferencias y son amigas desde siempre, ellas también quedaron embarazadas al mismo tiempo, donde nacieron mi hermano mayor y el de Andreas, con días de diferencia, volvieron a quedar embarazadas al mismo tiempo, y nacimos Andy y yo con tres meses de diferencias, somos inseparables desde mucho antes de usar pañales.
-¿Quieres recorrer?-me preguntó Tom cuando terminé mi licuado y yo sólo asenti-¿Vienes?-le preguntó a su hermano mientras se paraba de su asiento.
-No, los alcanzó luego, quiero comer algo-respondió Bill y vi como le giñaba el ojo, pensando que yo no lo veía.
-¿Ustedes?-preguntó Thomas a sus amigos, Georg negó con cara de asco.
-No, tenemos que hablar con Billy-sonrió Gustav.
Tom sonrió, me tomó de la mano y comenzamos a caminar.
¡¡Feliz cumpleaños a los hermosos gemelos!!
*Belu