¿No es irónica la vida?
No hay nada que se pueda deshacer.
Me refiero a que nunca hubiera pasado.
Pero podemos dejar de hacerlo.
Olvidarlo.
Como si fuera que nunca pasó.
Pero en verdad sí.
No puedo negar que siento algo.
Pero ¿en verdad está pasando?
O es otra tonta ilusión.
No es normal que se acelere el corazón.
Sentir por primera vez
aquellas mariposas en quienes decías no creer.
Sentir que todo fluye
Y no tener la necesidad de planearlo.
Dicen que la ocasión debemos crearla
Y no esperar a que llegue.
Pero aún creo en el destino.
Y que cada persona tiene preparado un camino.
Es como un laberinto.
Pero de uno grande estoy hablando.
Un laberinto enorme.
El camino para llegar a la meta existe.
Pero también existen otros.
Por culpa de ellos nos desviamos.
En el trayecto encontramos personas.
Las que afectan de forma negativa a nuestras vidas.
Y en las que no podríamos imaginar un mundo sin ellas.
No es fácil llegar a la meta.
Ya que el gran problema es que no sabemos qué decisión tomar.
Debemos elegir por cual camino andar.
A quienes amar.
Y en quienes confiar.
