Serial killer. | TaeHyung

Capítulo 13

Tae Hyung ya estaba listo. Esa noche se la pasaría increíble, la chica sufriría y él estaría feliz. Iba en camino a buscar a la chica. En el camino iba escuchando música y pensando en Yang Mi. ¿Extraño? Lo es. ¿Tae Hyung no entiende porqué? Obvio no.

Cuando llegó enfrente de la casa de Jimin, vio a la chica salir de la casa. Caminaba sigilosamente, se supone que no salga de la casa sin decirle a Jimin. Increíble lo que hace por salir con un desconocido. Tae Hyung se bajó del auto y fue a abrirle la puerta.

— Hola, bonita. — la agarró de la cintura y la pegó a él — ¿preparada para ir al cielo? — dijo cerca de los labios de la chica.

— Más que preparada. — ella pasó su mano por el pecho de Tae Hyung.

La chica subió al auto y Tae Hyung cerró la puerta y le dio la vuelta al auto para subirse a la parte del piloto.

Tae Hyung la llevó a la cabaña en la que había estado días atrás. Esta chica, igual que la anterior, se sorprendió. Entró sin si quiera pedir autorización. Comenzó a observar todo detalladamente. Abrió una de las puertas y se encontró el baño, luego abrió la puerta que quedaba al lado y se encontraba en una habitación muy bien ordenada.

— Veo que ya encontraste la habitación. — dijo Tae Hyung detrás de ella.

Ella vio que él traía en las manos un bulto.

— ¿Qué es? — señaló el bulto en su mano.

— ¿Esto? Mis juguetes. — sonrió y ella arqueo una ceja.

— Creo que si me llevarás al cielo. — se acercó a él.

— Vas a gritar muchísimo, nena. — le agarró el trasero.

— oh, que interesante. — rodeó el cuello de Tae Hyung con sus brazos y lo besó.

— mmm, nena. — él tiro el bulto al suelo, la tomó por la cintura y la levantó, ella rodeó la cintura de Tae Hyung con sus piernas.

Él la acostó en la cama sin dejar de besarla, debía hacerla creer que se acostaría con ella. Ella le quitó la camisa y él le quitó la camisa y pantalón, dejándola solo en ropa interior.

— Dame un momento, nena. — se levantó y busco en su bulto unas sogas.

— ¿piensas amarrarme a la cama? —

— ¿No es obvio? — se puso encima de ella, agarró una mano de la chica y la amarró a la esquina de la cama y la otra mano en la otra esquina. Hizo lo mismo con sus pies. Ella quedó casi inmóvil. Él se paró a buscar algo más en el bulto.

— Te gusta tomar el control, ¿no? — ella sonrió pícara

— Siempre, nena. — no la miró ya que estaba buscando algo en su bulto. — Esto está bien. — dijo para sí mismo y sacó una pistola de clavos.

— ¿para qué es eso? — dijo asustada.

— ¿No te dije que gritarías mucho, nena? — sonrió de lado.

— ¡¿Qué me harás?! — trató de soltarse.

— Muchas cosas. — rió.

Pasó la pistola de clavos por los pechos de la chica. Estaba pensando dónde clavarlos.

— Aquí. — le clavó uno entre sus pechos, ella gritó. — Aquí — en su mejilla, otro grito más — aquí — en su brazo, le dolía mucho — oh, aquí — en sus rodillas, las lágrimas bajaron.

Él iba a clavarle uno en el ojo pero su celular sonó.

— Maldita sea, ¿quién podrá ser? — agarró su celular y salió de la habitación dejando a la sirvienta sola.

Ella comenzó a tratar de soltarse de las sogas. Era casi imposible pero...logró soltarse de una.

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N⃣O⃣
O⃣L⃣V⃣I⃣D⃣E⃣S⃣
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Y⃣
C⃣O⃣M⃣E⃣N⃣T⃣A⃣R⃣
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