Serial killer. | TaeHyung

Capítulo 27

~PDV: Omnisciente

Había pasado dos semanas desde que Tae Hyung se le confesó a Yang Mi. Aunque él intenta aguantar esas ganas inmensas que tiene de matar a una chica, estaba casi por rendirse. Se sentía ansioso y se la pasaba soñando que asesinaba a Yang Mi. Él temía que un día no se aguantara más y la matara. Así que si no quería matar a Yang Mi, debía conseguir a una chica a la cual matar.

— Lo siento, Yang Mi. Simplemente no me aguanto. — habló para sí mismo tomando su bulto y llaves.

Eran las 7pm así que se le ocurrió buscar una prostituta, era la mejor opción y sabía perfectamente donde encontrarlas. Estaba pensando en como debería empezar con la tortura de la chica. Le pasaron miles de ideas, pero no se decidía por una.

Iba manejando por un callejón, ese callejón llevaba a un pequeño strip club dónde las mujeres se tiraban encima de los hombres hasta por solo $20 dólares. Disminuyó la velocidad y vio a una chica peli-negra acercarse. Llevaba una falda muy corta que revelaba casi todo su trasero, una camisa blanca pequeña que solo faltaba poco para mostrar sus pechos. Realmente era una zorra.

— Hola, muñeco. ¿Pagas por placer? — le guiñó.

— Si prometes durar lo suficiente, prometo darte todo el dinero que tengo encima y son alrededor de $10,000 dólares. — Tae Hyung sonrió de lado.

Ella se subió al auto de Tae Hyung. Realmente no sabe con quién se está metiendo. Ella sabe que algunas de sus amigas han desaparecido ¿cómo es que ella aún sigue subiéndose a autos de desconocidos? Bueno, aunque para Tae Hyung era algo realmente bueno.

— ¿y...cómo te llamas, muñeco? — la chica preguntó tocando la pierna de Tae Hyung.

— No preguntas personales. — dijo serio mirando la carretera.

— Bien, te seguiré llamando muñeco. — ella se arrodilló en el asiento del pasajero — Estas serán las mejores horas de tu vida. — comenzó a sobar la entre pierna de Tae Hyung por encima de la tela del pantalón.

Tae Hyung la dejaba, no le importaba que lo tocara, solo quería llegar a la cabaña y hacerla gritar y no de placer realmente. Mientras que la chica le sobaba la entre pierna el miró por el retrovisor y notó que un auto negro y con los cristales realmente oscuros que no dejaban ver quién venía manejando venía siguiéndolo hace un rato. ¿Realmente lo está siguiendo o es solo su imaginación? Estaba pensando que hacer si realmente lo estaba siguiendo, estaba tenso pero cuando vio que el auto giró a la derecha se tranquilizo. ¿Qué diablos fue eso? Él pensaba que estaba loco, pero ¿y si en realidad sí lo estaban siguiendo? él prefirió enfocarse en la chica que ahora, tenía su entre pierna en la boca. Él todavía estaba manejando.

— Mierda. — susurró Tae Hyung.

— Eres delicioso, muñeco. —

Tae Hyung sentía asco pero debía disimular. Las ganas de matarla aumentaban cada vez más que se acercaban a la cabaña.

— Llegamos. — habló Tae Hyung cuando por fin habían llegado.

La chica se sentó como se debe y limpió sus labios. Tae Hyung se abrochó el pantalón y se bajo del auto. La chica le siguió. Él agarró el bulto que estaba en el maletero y le hizo una seña para que ella lo siguiera. Ella lo siguió y quedó asombrada con la cabaña, como todas las que habían estado ahí anteriormente. Claro, era una cabaña para gente adinerada, y a las mujeres les encanta el dinero.

— La habitación es allí — señaló Tae Hyung la puerta que daba a la habitación — espérame ahí, muñeca. — le guiñó.

Momento de que él se preparara para la verdadera diversión.

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