Los Remordimientos De Un Dios

"Cortes De Felicidad"

- Llevaba días metido en ese lugar, intenté escapar en mas de una ocasión pero cualquier intento era en vano, estaba demasiado lastimado como para siquiera ponerme en pie.

- Pero lo único que realmente me mantenía sujeto a este sitio era el poder mirar día tras día a esa bella dama, era tan dulce, tan amable y extremadamente hermosa, tanto que su resplandor opacaba a la mas brillante estrella y a la mas delicada rosa, no había nada que pudiese compararse con ella.

- Pasaban los días y yo seguía con la esperanza de ya poderme ir ya que el estar acostado por tanto tiempo le causaba molestias a mi cuerpo, pero bueno regresemos a lo que realmente importa..........Alice.

- El verla me bastaba para poder olvidar cada horrible momento de mi miserable vida, miraba en ella algo que no había visto hasta hace un par de años, cuando Cristian aun seguía con vida, a lo que me refiero es que ella me daba un pequeño sentimiento de esperanza que anhelaba sentir desde hace tiempo.

- Una noche de invierno decidí finalmente separarme de mi cama y salir de la habitación para poder admirar las hermosas y resplandecientes estrellas que brillan vigorosamente en lo mas alto de los cielos. al mirarlas realmente me sentía feliz, es como si todas mis penas se hubiesen desvanecido con el resto del mundo, en esa noche no existía nada ni nadie mas que yo. Cuando la luna llego hasta su punto mas alto, comencé a pensar en algo, en una forma de poder acercarme a la linda y amable Alice, el verle día tras día, hizo emerger en mi una atracción hacia ella.

- No sabia si ella sentía lo mismo que yo, pero averiguarlo no me mataría, así que aproveche el tiempo que ella pasaba conmigo para poderle conocer mejor.

- En todo este tiempo que pase con ella pude saber que pasó por la misma tragedia que yo, le arrebataron a sus padres, amigos, hermanos y a toda la gente ella más apreciaba. Pero lo que no me quedaba realmente claro era, que ella al pasar lo mismo que yo viva tan alegre, tan libre, tan feliz, como si nada de eso hubiese pasado nunca, así que un día, cuando ella entro a mi habitación para atender mis heridas me dispuse a preguntarle:

- Mmm... Alice, se que esto es un poco grosero y puede parecer que soy una persona insensible, pero... Me he estado preguntando algo...
¿Como, a pesar de haber sufrido esa horrible tragedia, puedes seguir viviendo tan feliz y tranquila?

- Ella al escuchar esto, borró inmediatamente esa sonrisa que le caracterizaba tanto, me miró a los ojos y con lágrimas en los ojos me respondió:

- Tienes razón, puede que la vida sea dura, muy triste y solitaria en ciertas ocasiones, y olvidar puede llegar a convertirse en una tarea que a veces llega a ser imposible, pero aun que yo tenga mis problemas, hay otras personas, mis pacientes por ejemplo, muchos de ellos tienen historias trágicas y muy dolorosas, y por eso yo trato de brindarles una sonrisa, para que por lo menos, tan siquiera por unos segundos, ellos se olviden de todo lo que les pasó y puedan sonreír una vez mas.

- Cuando escuche esto, me sentí como un estúpido, realmente me sentí muy mal, ya que obligué a que me dijera esto, algo que probablemente no quería recordar.

- La mire a los ojos y avergonzado me disculpé por mi intromisión, momentos mas tarde, desvie mi mirada hacia la ventana que yacía un lado mío, mire fijamente ese bello atardecer, él sol deslumbraba con una calidez tan grande que cada parte de mi lo sintió, lo admito, esa sensación era realmente agradable, era una sensación como de calidez y alegría que solo una mujer podría otorgarle a un hombre.

- Sonreí, si hasta yo puedo sonreír en algunas ocasiones, si darme cuenta, ella ya se había convertido en mi mundo, él solo verla me hacia sentir alegre, seguro y realmente emocionado, era como si todas mis penas desaparecieran con tan solo mencionar su nombre........ALICE....