La cita.

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Narra Kiba.
Estoy muy muy emocionado, hoy saldré con Hinata. No le he dicho a nadie, me gustaría que fuera algo secreto, mi lindo secreto. La verdad no tengo idea de donde la llevaré, la podría llevar a un restaurante pero no será cómodo para ella, al cine tal vez pero la verán sus fans y no podré estar con ella. Tengo que pensar algo rápido antes de que sea hora de ir a verla.
El día de ayer ella no fue al curso, pero digamos que nos enseñaron las notas y les hicimos varias preguntas a los chicos y ya. Y creo que no era el único preocupado sobre la ausencia de Hianta, pude notar que todos preguntaban por ella pero el más insistente fue Naruto, me gustaría decirle que conseguí una cita con la mujer de mis sueños, digo después de todo el es mi mejor amigo y me gustaría hacérselo saber pero será después y ahora que lo pienso ya se donde llevaré a Hinata, me iré a dar un baño y ya iré por ella.
Al terminar de arreglarme, baje a la sala y vi que estaban viendo la tele, decidí salir sin decir nada y sin hacer ruido, pero no funcionó.

Shikamaru: ¿A dónde vas Kiba?
Naruto: Teme, ¿Por qué vas arreglado? ¿Saldrás con alguien? Si es eso, ¿¡Por qué no me dijiste nada!? (sube el tono de voz hasta hacer notar que está enojado)
Kiba: Ahhh... Este yo, verás ah ah bueno es que te iba a contar cuando regresará (se pone nervioso)
Shikamaru: Conseguiste la cita con ella, verdad? (Kiba asiente) Buena suerte, te veremos al rato en el curso
Naruto: ¿Ella? ¿Cómo es que Shikamaru consigue saber quien es la chica? Más vale que me digas Kiba (hace pucheros como niño chiquito y se vuelve a centrar en la televisión)
Kiba: Prometo que lo haré, ahora tengo que irme. (sale de la casa)

Narra Hinata.
Me Aliste para salir con uno de los amigos de Neji, Kiba. Me puse algo simple para no exagerar y poder utilizar para el curso. Me alegra bastante que el haya pedido la cita en la noche y que Tsunade también nos haya dado el curso nocturno, porque verán que nuestro grupo no puede en el día pero no esporque tengamos una agenda ocupada, sino tenemos un ligero problema, el Sol me hace daño, me debilitan. Sinceramente no somos normales.
Cuando iba a salir de la casa, Sasuke me detuvo.

Sasuke: Saldrás con ese chico, cierto? (Hinata asiente con la cabeza) Ten cuidado, no hagas algo imprudente por dejarte llevar.
Hinata: Tranquilo, ya comí algo. La sed no me ganará y por si las dudas siempre cargo los suplementos que Sasori hace. (se acerca a el y lo abraza) Gracias por protegerme, pero estaré bien. Te veo en el curso. (se separan y sale de la casa)
Sasuke: (habla susurrando) Espero que ya te controles más, ayer sufriate una recaída.

Narra Kiba.
Ya estaba en mi lugar de encuentro con Hinata, vi mi reloj y faltaban 5 minutos para la hora que acordamos, así que me senté en una banca a esperarla y en ese momento pasó una señora con una canasata de flores en su brazo, me levanté y me acerqué a ella pidiéndole que me vendiera un pequeño ramo y así lo hizo, cuando me disponía a sentarme otra vez pude ver que se arcaba Hinata, traía un vestido negro que le llegaba un poco más abajo de la rodilla y un suéter igualmente negro, se veía hermosa y ala vez simple, era perfecto que no pude evitar sonrojarme, me acerqué a ella y sin decir nada le Di el ramo de flores y ella lo tomo y solto una pequeña risa.

Hinata: Hola Kiba, gracias por las flores son muy lindas (le sonríe)
Kiba: Me alegra que te gusten, por cierto te vez muy linda (sonrojado)
Hinata: Gracias, tu también te ves bien. Y bueno ¿A dónde iremos?
Kiba: Me gustaría llevarte a un lugar que es muy especial para mi además de que es muy tranquilo
Hinata: Entonces vamos

Narra Hinata.
Estuvimos caminando mientras platicabamos cosas que No tenían sentido pero al mismo tiempo eran tan lógicas, realmente me sentía muy cómoda. Llegamos a un pequeño parque donde habían tres niños pequeños jugando, me senté en uno de los columpios y Kiba se sentó a mi lado y empezamos a columpiarnos como si volviera el tiempo atrás y tuviera 5 años de nuevo. Terminamos de columpiarnos y son acostamos en el pasto, en ese momento Kiba sacó una pequeña bolsa. Realmento volvía a ser una niña pequeña, lo que sacó eran dulces y sin dudar tomé uno, empecé a reír y sentí la mirada confusa de Kiba.

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