Logré abrir levemente mis ojos, no tenía total control de mí mismo y lo único que pude ver fueron a mis dos seres queridos, mi padre y mi hermana menor, ambos con expresión de preocupación en sus rostros, de forma casi inmediata mis párpados se volvieron muy pesados y cayeron de manera automática.
Al despertar, ya era el amanecer de un nuevo día, me levante levemente de mi cama, di un gran bostezo, restregué mis manos contra mis ojos, con el fin de limpiarme las lagañas, y luego pude levantarme completamente.
No lograba recordar bien lo ocurrido la noche anterior, decidí dejar de lado ese tema y tomé rumbo al baño, para poder realizar la "rutina matutina".
Como era sábado no tenía prisa alguna, entonces me dirigí a la cocina y de forma muy automatizada e instantánea me dispuse a cocinar el desayuno. Esta vez se me ocurrió hacer unos emparedados tostados con una torta de carne (comúnmente utilizadas para las hamburguesas), huevo cocido, tomate picado, lechuga bastante fresca, frijoles molidos y queso mozzarrella derretido, y mi famoso café "Expresso Hopkins". Después de la preparación, me dio un hambre de manera muy voraz, lo cual provocó que llegase a comer mi obra poco después de su creación, mientras veía las noticias de la mañana, las cuales no eran muy novedosas...
Al cabo de pasadas unas 3 horas, mi padre se había despertado, le di los buenos días y le avisé que había desayuno preparado guardado en un horno. Al parecer, mis emparedados estaban muy buenos, pues, él se encontraba con una expresión de total satisfacción en su rostro después de su primer bocado, y decidí observarlo mientras lo hacía, ya que era chistoso verlo en ese estado.
Ya terminado, recordé lo de anoche, decidí preguntarle sobre el asunto a mi padre:
-Oye, papá!
-Dime, Teo.
-¿Anoche me ocurrió algo inusual? Verás, desde anoche me siento extraño...
-Tienes razón, te veo un poco cansado. Pues anoche, después verte de forma muy deprisa salir de casa, noté que demorabas bastante, tu hermana y yo nos preocupamos bastante y decidimos ir a buscarte. Al cabo de un rato tu hermana te encontró echado en el suelo cerca del bosque y de inmediato me había llamado, te metimos a casa y te acostamos en tu cama, al parecer estabas muy agotado y nos preocupó tu condición.
-Vaya... No quería preocuparlos tanto. Verás... Había escuchado un extraño e inusual ruido proveniente de por ahí y me dio curiosidad, era un ambiente un poco oscuro y pesado, y me había encontrado después de un tiempo con un hueco donde yacía... Umm... Bueno... Un objeto que me llamó la atención, y por despistado me caí y el hecho de subir me había agotado bastante...
-Esta bien, Teo, pero no vuelvas a arriesgarte así, podrías llegar a herirte gravemente si no te cuidas.
-Tendré cuidado.
Al parecer, no era un sueño... En verdad todo lo que había pasado anoche era mera verdad. Había decidido no contarle a mi padre sobre aquella roca candente avistada en el cráter, y mucho menos sobre aquella sombra extraña con mirada penetrante, pues..., muy probablemente me tomaría por "increíble" (en el verdadero sentido de la palabra...), o quizá podría llegar a asustarse, a un punto en que perdería su cordura e iría en busca de lo anteriormente mencionado, poniendo posiblemente en riesgo su vida, uno de dos, pero sea cual sea no iba a terminar bien.
Para cambiar de tema decidí preguntarle cómo estaba su desayuno, aunque ya supiera la posible respuesta, y en efecto, dijo que estaba muy bueno y que saturó bastante bien su apetito, seguido de unas palmadas en su barriga. Luego le pregunté sobre mi hermana y me dijo que ella aún se encontraba en su recámara, muy posiblemente durmiendo todavía, lo que me llegó a tranquilizar bastante.
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Aventuras Arkanianas
Science FictionEn un futuro no muy lejano, ubicado en un muy remoto lugar existe un pequeño pueblo de la gran ciudadela Metroiver; considerado el más pacífico y próspero de todos, donde sus habitantes disfrutan de una vida sin conflictos violentos. Cada año se cel...