Primer Momento.

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Durante el primer día de clases, Seungkwan se encontraba atemorizado; un pequeño niño de cinco años, nuevo en la ciudad y en el jardín de infantes, con temor de no poder hacer amigos. Con temor de ser rechazado.

—Mami, ¿no podemos volver a casa? —pregunto escondido detrás de ella y jalando de su pantalón.
—No cariño, yo debo ir a trabajar y tus hermanas también tienen que ir al colegio. —La señora Jwa se movió y se acuclillo a su lado— Seungkwanie, no hay nada que temer... pero tienes que entrar, ya todos lo hicieron. Solo faltas tu.
—No quiero, mami —lloriqueo.

La madre del pequeño se acercó a la joven maestra que esperaba con Seungkwan aferrado fuertemente a su pierna y ésta se agachó para estar a la misma altura que el niño regordete.

—Seungkwan, pequeño, ven conmigo. Aquí te divertirás... hay muchos juguetes que puedes usar, harás muchos nuevos amigos —alentó— Hay una pista de carreras, muchos autos de juguete...

Eso ilumino el pequeño y colorado rostro del nuevo alumno, quien soltó la mano de su madre y camino titubeante hasta el interior de la colorida sala para niños de cinco años junto a su maestra.

—Niños, él es Boo Seungkwan y recién llega de la isla Jeju, será su nuevo compañero.

Al oír las palabras de su maestra, quince pares de ojos se voltearon a verlo.

—S-soy Seungkwan... Cuiden... cuiden de mi, por favor —dijo imitando las palabras de su madre.

—Hola, Seungkwan —dijeron todos los niños a coro, antes de volver a concentrarse en sus juegos.

El pequeño castaño comenzó a caminar por toda la sala, viendo a los niños jugar con sus amigos y sus autos o muñecas. Siendo completamente ignorado, se sentó en el suelo y tomó un auto rojo de juguete, al que le faltaba una rueda.

—¿Por qué tu piel es tan oscura? —un niño se acercó a él y se arrodilló a su lado.

De pelo negro, con una pequeña cara con ojos negros y diminutos. En sus mejillas redondas se alcanzaban a ver unos pequeños y pícaros hoyuelos cuando sonreía parad dejar ver su pequeña dentadura con la ausencia de uno de sus dientitos. Y su estatura... era muy pequeña. Adorable.

—Mi... mi papá...

—¿Y por qué tu cuerpo es tan gordo? —preguntó sin dejarle responder.

—Mi cuerpo no está gordo... —lloriqueó.

—Si, lo está —afirmó el otro.

—¡Que no! —chilló el menor, con un mohín en sus labios y el ceño fruncido.

—Hey, no lo molestes... su mama debe ser rica y puede comprar toda la comida del mundo —un nuevo niño se acercó a ellos— y él puede comer todo lo que él quiera. Tu no puedes comer porque eres malo.

—Pero él sigue siendo gordo y además su piel es muy oscura... —lo señalo.

Seungkwan ya comenzaba a llorar cuando el último niño en llegar, se abalanzó sobre el primero y le mordió el brazo haciendo que el niño malo empezara a soltar grandes y saladas lágrimas.

—¡Hansol! —exclamó la maestra, molesta por dicho comportamiento— Ve a sentarte en la mesa, ¿por qué mordiste a Ji Hoon?

—Él estaba molestando al niño nuevo —acusó.

—Eso no te da derecho a morderlo, ahora tienes que pedirle disculpas —lo miró con los brazos cruzados— y tu, Ji Hoon, pídele disculpas a Seungkwan. No debes molestar a los niños... ni tampoco a las niñas —aclaró cuando el pequeño miro en dirección a dos niñas jugando con sus muñecas.

Ambos se disculparon con sus respectivas victimas y se dirigieron a jugar a diferentes lados. Hansol regresó con Seungkwan.

—¿Quieres ser mi amigo? —preguntó el recién llegado.

—Si y como eres mi amigo, te salvaré de todos los que se burlen de ti —dijo sonriendo con valentía.


N/a: Bueno acá les dejó el primer capítulo.

Si les soy sincera, no me tengo mucha fé con esta historia... pero espero que a ustedes les guste♥

Moments. (VerKwan)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora