Segundo Momento.

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Durante el jardín de infantes y los primeros años de la primaria todo fue igual; los niños se burlaban del peso de Seungkwan y Hansol saltaba en su defensa golpeando o mordiendo a quien se atreviera a hacerlo.

—SeungKwan, voy a invitar a Young Hee a mi cumpleaños —el Hansol de diez años estaba enamorado de la niña castaña con pequeños ojos, SeungKwan lo miró con curiosidad— y la voy a besar. Quiero que sea mi novia —sonrió.
—Hansol, las niñas tienen piojos —dijo e hizo una mueca de asco— y no la beses, que asco...
—Boo, mi primo Seungcheol en su fiesta de diecinueve años dijo que cuando seamos grandes podremos hacer cosas divertidas con ellas —susurró el menor—; ¿crees que cuando crezcan dejaran las muñecas para jugar al fútbol con nosotros? —SeungKwan se encogió de hombros, pensativo y metió la mano en el paquete de galletas de su mejor amigo.
—¡Oye, Boo! —exclamó Kim Mingyu, el niño bonito y malo de tercer grado que se dedicaba a molestar a los mas pequeños (En especial, a SeungKwan); el aludido volteó pesadamente y Hansol se plantó a su lado, con brazos cruzados. Ambos sabían lo que se aproximaba.
—¡Dejalo en paz, Mingyu! —gruño Hansol.
—Tu no te metas, niño americano —rió el mayor—. ¿Qué pasa, Boo? ¿Tu almuerzo no te bastó y ahora tienes que pedirle comida a tu amigo?
—Deja de molestarme —frunció él ceño, intentando aparentar que sus palabras no le afectaban.
—Toma, aquí tienes mas comida —dijo lanzándole un manojo de césped a la cara-. Y vuelve a tu rebaño, Vaquita.

Eso fue suficiente para hacer llorar al indefenso SeungKwan y para colmar la paciencia de Hansol.

—¡Eres un estúpido! —gritó y se abalanzó contra él, dandole un puñetazo en el brazo y una mordida en el hombro.
—¡Suéltame! —exclamó Mingyu.

SeungKwan sólo se cubrió la boca con una mano y se seco las lágrimas con la otra, con preocupación: su mejor amigo había dicho una gran palabrota y ahora estaba golpeando a un niño mas grande que ellos (por segunda vez en la semana). Sin duda estaría metido en un gran problema si él no intervenía.

—Hansol, basta —dijo jalando de su brazo para alejarlo de Mingyu— La señorita Lee te vera y te castigará.

Mingyu salió corriendo en cuánto Hansol lo soltó y SeungKwan abrazó a su amigo con fuerza.

—Gracias. —sonrió.
—Aquí estoy para protegerte —sonrió el castaño.



N/a: Me mata porque Hansol es re salvaje JAJA. Yo era parecida a él cuando iba a la primaria :v 


Espero que les haya gustado♥

Moments. (VerKwan)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora