La traición de un amor (Sin Editar)

Capítulo 55 Estamos ahora más unidos que nunca...

Anastasia.

Christian y yo acordamos trabajar desde el Escala y ascendí porque así podré descansar y estando en la oficina no lo haría, además estoy feliz ya que el hará lo mismo y así podré verlo cuando quiera y sin que se de cuenta que lo observo. Se que lo hace todo por mi y se lo agradezco.

De vez en cuando voy a su despacho y lo sorprendo con una taza de café, agua o un desayuno a medí mañana. Aunque en ocasiones voy y le doy un beso y vuelvo a trabajar al igual que el hace conmigo. Muchas veces solo nos vemos en el almuerzo ya que me concentro anoto en los manuscritos o estoy hablando con Hannah o en una videoconferencia con algún escritor.

Me ha tocado ir algunas reuniones o almuerzo y sé que a Christian o le hace mucha gracia pero no hace ningún comentario y me deja que me desarrolle y pueda sentirme útil.

Hannah me dice que todos en las oficinas me extrañan y esperan que pronto me reincorpore pero no creo que Christian este de acuerdo que lo haga hasta que dé a luz y haré lo que este en mi alcance para no enojarme con él y si tengo que ceder en esto lo haré.

La señora Jones ahora tiene mas trabajo teniéndonos aquí y muchas veces la ayudo para no sentirme que estoy abusando de su trabajo, aunque ella dice que no me preocupe que ella se siente muy contenta de tenernos todo el día aquí y así no se siente tan sola.

Sé que se siente muy feliz ya que tiene a Taylor mas cerca y lo puedo consentir como tanto desea. Hablo mas seguido con Ray y está mas al pendiente de mi que antes. En una ocasión le pregunte si había sabido algo de Carla, pero me comento que se había encontrado con Bob y lo ultimo que supo que había viajado a Nueva York y que se había separado. Me comento que hablaron un rato y me pareció tan extraño ya que no se podían ver ni en pintura.

Desde el último día que vi a mi madre no la he vuelto a ver y lo ultimo que supe de ella fue cuando se cito con Christian en su oficina y lo que me había contado Ray.

Par ser sincera es mejor ya que si aparece no seria precisamente para saber como estoy y de eso estoy muy segura. Carla nunca fue una madre abnegada y mucho menos se preocupaba por mi y la que siempre estuvo al pendiente era yo. Cuando me mude con ella lo hice para que dejara a Ray tranquilo.

He disfrutado mucho de la compañía de Christian y cada vez que podemos salimos a pasear. Nos han visitado sus padres, hermanas y hemos ido también a visitarlos. No me puedo quejar ya que he sido muy mimada y concentrada por mi amado.

Cuando me siento necesitada he ido a su despacho y hemos tenido sexo o él va a la biblioteca para buscar un beso y un delicioso sexo. Podríamos decir que ahora estamos mas unido que nunca y con esa cercanía nos hemos vuelto inseparables.

Estoy concentrado en un manuscrito cuando siento que me observan desde la puerta y es mi Dios griego y se ve tan guapo con su pelo alborotado, con ese pantalón negro, su camisa de lino blanca con los tres primeros botones desabotonados mostrando su delicioso pecho y descalzo.

-Señorita Steele, me haría el honor de acompañarme a almorzar. Dice.

Lo miro atenta y se acerca como si fuera directo a su presa y me regala una de sus sonrisas bajas bragas que derriten a cualquier mujer.

-Aunque Pensándolo mejor puedo comerme el poste primero. Estando presa contra la pared.

-Pero tiene que ser rápido porque tengo mucha hambre y creo que no aguantare mucho. Digo.

-Como usted ordene. Susurra, mientras muerde el lóbulo de mi oreja y gimo por la excitación.

Con un ágil y rápido movimiento baja mis bragas y me indica que enrede mis piernas en su cintura y me penetra y la intensidad de la pasión que sentimos nos perdemos en ella. Más tarde estamos almorzando un delicioso estofado preparado por la señora Jones y hablamos como nos ha ido en el trabajo y en los planes que tenemos para el fin de semana.

Christian me insiste que debo de empezar a soltar un poco el trabajo y dedicarle solo media mañana o media tarde como me sienta más cómoda y le prometí que en dos semanas lo haré como me lo ha indicado y beso sus labios. Después nos dirigimos a trabajar por lo menos unas cuantas horas y para dedicarnos un tiempo juntos.

Hoy fuimos a la consulta con la doctora y estoy muy contenta ya que todo va muy bien. Después de la consulta le digo a Christian que tengo un antojo de un frapuchino y le dice a Taylor que haremos una parada.

Más tarde llegamos al Escala y vamos directo a la habitación y nos damos un baño y nos acostamos y sin darme cuenta me quedo dormida.

Despierto temprano y voy a la biblioteca para revisar un manuscrito que me había llegado ayer en la mañana. Estoy agotada de tanto que he trabajo hoy y decido tomar un descanso y me dispongo a escribirle una carta a mi pequeño Bip. Y busco una libreta y una pluma y me siento en el sofá y empiezo a escribir.

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¡Hola pequeño Bip!

Ayer te vi y ya tienes 20 semanas y estas empezando a tener formas y a crecer. Se empieza a reflejar tu fino esqueleto el cual se empezara a cubrir con la piel con el pasar de los días. Tienes 11 onzas y estas crecido como es lo habitual y los movimientos son los normales para tu tiempo.

Ya muy pronto empezare a sentir tus movimientos y espero con ansias ese día. Escuchar el sonido de tu lindo corazón y saber que lo compartimos me hace muy feliz ya que con tu llegada Christian y yo tendremos a alguien que cuidar y proteger con nuestra vida y serás nuestro orgullo.

Te Amo mi Bip y siempre estaremos juntos y eres el mejor regalo que nos ha dado nuestro creador y siempre les estaremos agradecidos por permitirnos tenerte con nosotros.

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Voy al despacho de Christian para que me acompañe a descansar y para cobijarme en sus brazos y disfrutar de su aroma y su amor.