8

164 25 0
                                    

Le gustaban los mayores,

por supuesto.

Pensé con sarcasmo.

Debía cuidar mis pensamientos.

Arabella podía leerlos.

Es que los chicos del colegio,

son unos tontos.

Dijo, metiéndose en mi mente.

No piensan en el amor como yo.

Sus ojos tristes bajaron hacia mi boca.

Eres joven, Arabella.

Tienes tiempo para matar,

no vayas a disparar el arma tan rápido. 

Me miró sin comprender.

Luego sonrió, como siempre.

Lo que tu digas, profesor.

ArabellaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora