Capítulo 2

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El sonido de la Batiseñal nos llamaba, estaba con Batman en la puerta del baño, sus manos estaban atacando mi abdomen y su reacción fue con enojo. Se nota que no quería ser interrumpido, pero como deber teníamos que ir. Pasaron unos segundos y ambos partimos en el Batimóvil, en rumbo a ayudar; llegamos y había un extraño en moto sobre un especie de almacén -Ayuda.- era otra broma, de nuevo, -¡No estamos para estas cosas señor!- Batman arrancó el auto enfurecido luego de el incidente, mierda, ya veo mis destino. Mi poto sufrirá nuevamente.

-¿A dónde vamos?

-A la "Baticueva"

-¿Tu garaje?

-Exacto.

Aceleró y en un abrir y cerrar de ojos el auto estaba dentro y estacionado. Se bajo enojado y dando un fuerte portazo, se dió una vuelta hasta el asiento de copiloto y me sacó de ahí, terminé apoyado contra la pared, otra vez, era obvio lo que venía.

-Batman, yo...

-¿Qué?

-Nada...- me callé y dejé que sus manos recorrieran cada parte de mi cuerpo, iba a tener sexo de nuevo con él; mi amor no correspondido.
Sólo gemidos salían de mi garganta, sólo lágrimas hablaban por mí, un sufrimiento continuo y un amor que mata.

Sus fuertes brazos sujetaron mis piernas y me dieron vuelta, quedando así frente a frente de mi querido amor.

Algo inesperado sucedió, un beso eso fue lo que me sorprendió. Esa flor dentro de mí volvía a abrirse, sentimientos de nuevo volvían a nacer. No sé si eran lágrimas de felicidad o de dolor, mis piernas lo abrazaron sin más y los movimientos eran más intensos. Otro beso más y otro y otro, cada beso era más apasionado que el anterior.

*

El sonido de nuevo, por suerte yo estaba levantado y vestido. Batman ni se movió. Está vez sería mi cargo ver lo que sucedía.
Salí y vi el urgente llamado.

-¡Caballero!- esa voz otra vez
-¿De nuevo usted?- pregunté ya aburrido
-Necesito vuestra ayuda- lo miré
-¿Qué? ¿Quiere bajar?- éste asintió.

Se afirmó de mi hombro y al bajar cayó sobre mí -Lo siento- dije tratando de pararme, el ciudadano me tomó de la muñeca y me jalo hacía él. Un beso robado y no deseado, temía que alguien o esa persona nos viera besandonos; lo empujé separandolo de mí -¿Qué mierda?- limpié mis labios y un sonrojo obvio estaba en mí -Querido Robin, si algún día se cansa de él venga a mí. Está es mi dirección- sacó de su bolsillo una tarjeta, no sabía si tomarla o no. Pero por orgullo lo hice y la guardé.

-Gracias- se paró y se fue sin más.

-De nada...-

-kittybolson

Batimowen - JainicoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora