El demonio es mi marido (+18) LIBRO 1 Y 2 EDITANDO

2. Encuentro.

El viaje fue largo y mi nerviosismo y manera de ser no me ayudaban mucho.

- ¿Se puede saber cuánto queda? – grité indignado.

Klaus salió de Dios sabe dónde y se sentó a mi lado.

- Tranquilízate, estamos cerca. – replicó – Descansa un rato, necesitarás fuerzas.

- Cállate, Klaus. – gruñí. Este me dedicó una mirada cansada. – Lo siento, estoy nervioso.

- Lo sé, todos lo estamos – dijo antes de desaparecer. Tras un rato llegó Dana quien también nos acompañaba y logró distraerme el resto del viaje.

-------------------NARRA AITANA -----------------

Otra mañana fría de enero llegó demasiado pronto. Tras desayunar y arreglarme abandoné la casa para ir a trabajar. Estaba lloviendo de manera abundante.Esperé por el autobús durante diez minutos, pero finalmente logré subirme.

El camino al trabajo no era muy largo, sin embargo yo me aburría muy fácil por lo que cada mañana, de camino, solía leer en mi móvil alguna novela. Esa mañana hice lo mismo aunque al buscarlo me di cuenta de que bien lo había dejado en casa o bien lo había perdido. Realmente recé para que fuera lo primero. Agarré el sobre que contenía mi pequeño secreto desconocido dentro y lo estrujé contra mi pecho.

- Me da igual si eres niño o niña, pero por favor Dios, permite que nazca sano o sana. – murmuré bajo.

Al llegar al trabajo mis nuevas compañeras me saludaron. Aún recuerdo cuando llegué y todo el mundo comenzó a preguntarme acerca de mi bebé, todos querían saber lo que yo también...si sería niño o niña.

Tras contarles que aún no lo sabía la sala se quedó en silencio. Las chicas comenzaron a preguntarme y simplemente dije una pequeña mentira, que aún no querría saberlo. 

No es como si pudiera ponerme a contar que huí de mi marido cuando la chica que probablemente estaba embarazada de él desapareció. Y que ahora me estaba tratando de divorciar pero aún así me había prometido a mi misma averiguar si el bebé es una niña o un niño, tras contarle la verdad a él. 

- Buenos días, Aitana – me saludó Adriana al entrar.

- Buenos días – respondí y me senté en mi lugar.

- ¿Ha llegado Aitana ya? -gritaron al unísono Rosa, Mía, Elisa,Alison, Arya y Aurora.

- Está aquí – me señaló Aitor y Rayan, Rafael, Roger, Andrew, Gabriel y Noah comenzaron a reírse de las chicas.

- Eh – les grité y me miraron sonriendo.

- Ponte de pie –me dijeron Alina y Arturo. Sin decir más hice aquello pues tampoco querría ponerme pesada con el tema y no me costaba nada hacer lo que me habían pedido.

A lo lejos vi a las chicas aproximarse con una enorme caja de cartón envuelta en papel verde y con un enorme lazo blanco.

Alexa, Roberto, Raúl y Ray fueron a ayudarlas. Me quedé mirando como una idiota mientras la caja se acercaba cada vez más a mí.

- Te hemos comprado esto de parte de todos – avisó Ricardo y me dedicó una de sus sonrisas.

Sin poder creérmelo, comencé a llorar.