22. Felicidad, ¿duradera?

39.7K 2.2K 257
                                    

- Perspectiva de Aitana -

Habían pasado casi dos meses desde aquella ultima pelea. Desde ese momento ya no discutimos más, la atmósfera nunca más se tornó incómoda o molesta ni tensa sino que siempre estaba relajada...

Ambos estábamos felices juntos,tanto Ruben como yo. Klaus, el mejor amigo de mi marido y su mano derecha, volvió a realizar sus tareas de siempre aunque pude notar que la atmósfera entre ellos dos estaba tensa, pero no quise darle mucha importancia. En cuanto a la universidad, yo había vuelto. Llevaba mucho tiempo ignorando a Mike, y a los demás chicos. Diana dejó de hablarme también así que la única persona con la que me relacionaba era Ray que se había convertido en un buen amigo. Ambos confiábamos en el otro y hasta me contó cosas sobre su familia como que ellos decidieron no pagarle la universidad cuando les contó que era gay. Me sorprendí muchísimo al oír aquello pues Ray era brillante en todas las asignaturas y tenia las mejores notas. ¿Sus padres le infravaloraron por ser gay? ¡que tontería! Si no tiene nada que ver...vaya par de tontos.

- Aitana - murmuró Ray dándome un codazo - vuelve a este mundo baja de las nubes que quedan cinco minutos para ir a casa - añadió riendo de mi expresión.

- Es que tengo sueño - me quejé mirándolo. Había estado toda la noche realizando un trabajo que nos habían encargado y estaba muerta de sueño

- Dile a Ruben que te de un descanso, anda - rió este por lo bajo. Ahora fui yo quién le dio el codazo.

- ¡ Ray ! - musité entre dientes

- ¿Qué? - rió mostrando sus blancos dientes.

- ¡ Que malo eres! - dije mirándolo.

- Señorita, ¿tiene algo que aportar a la clase? - gruñó el profesor mientras me señalaba.

- No, perdone profesor - repliqué a lo que Ray rió de nuevo.

El timbre sonó y yo me puse de pie, agarré mis cosas y me fui. Ray hizo lo mismo a la misma velocidad, no porque quisiera esquivar a Mike, que era lo que yo querría, sino porque me debía acompañar hasta el coche.

- Aitana - oí a Mike gritar detrás nuestro y comencé a caminar más rápido al igual que mi amigo. Salimos de la universidad, pude ver el coche que Stefan conducía a pocos metros. Me adelanté y corrí hasta allí no sin antes despedirme de Ray.

- Hasta el lunes, Aitana - dijo este mientras agitaba la mano.

- Hasta el lunes - repliqué, le lancé un beso al aire y me metí en el coche lo más rápido que pude. Al hacerlo de la peor manera, choqué con un cuerpo que se encontraba a mi lado en los asientos traseros.

- ¡Ruben! - grité llevándome una mano al pecho del susto - Pensaba que estarías en una reunión y que no volverías hasta bien entrada la noche. - dije tan rápido que pensé que me atragantaría con las palabras.

- O sea que. ¿ no te alegras de verme? - dijo acercándose mucho a mí. Negué con la cabeza.

- Yo no he dicho eso - me acerqué y dejé un suave beso sobre sus labios. El agarró mi nuca y con su lengua presionando mis labios transformó un inocente besó en uno pasional.

- Haber empezado con esto y un " hola queridísimo y sexy marido, ¿qué tal el trabajo? ¿Qué tal tú? " - comentó y yo reí.

- Hola queridísimo y sexy marido, ¿qué tal el trabajo¿ ¿cómo estás tú? - repetí y comencé a reír de nuevo.

- Hola esposa mía, el trabajo aburrido y yo ansioso por estar contigo...en una cama a ser posible - agregó lo último haciendo que le golpeara. - Eh - se quejó y yo reí.

El demonio es mi marido (+18) LIBRO 1 Y 2 EDITANDODonde viven las historias. Descúbrelo ahora