Centauro... -Riren-

serpiente.

De repente, las serpientes comenzaron a no salir mas, una vez volvian a la tierra no salían mas, cosa que era muy rara en aquel baile, y mientras volvian a su hogar dejaban escapar unos sonidos parecidos a los de la ballena.

Los espectadores veían con curiosidad y temor lo que las serpientes hacían. La ultima reptil se quedo quieta por unos segundos...no hacia ningún movimiento..solo buscaba con la mirada el peligro...y se desato el caos. 

El sonido de un cañón activo se escucho por casi todo el desierto y para cuando se dieron cuenta la gran bola había atravesado el cuerpo de la serpiente, dejando un agujero limpio y de un tamaño a considerar. La reptil, quien comenzaba a desvanecerse, se tambaleo un poco sobre su puesto para luego dejar caer su pesado y largo cuerpo, cerro sus ojos y solo sentía el grito de sus espectadores y el viento que la azotaba.

En la tierra, la gente corrían de un lado para otro, con el fin de que no murieran aplastado por el ser, gritos, llantos y entre otras cosas se oían mientras el animal caía. Una vez el pesado cuerpo impacto contra el suelo, una gran masa de arena se levanto mientras se mezclaba con el viento. Por unos segundos no podían ni ver su propio cuerpo pero luego se fue esfumando de apoco aquella gran nube de arena, dejando ver a una serpiente agonizando, con sangre escurriendo por su boca, que por si no lo saben su sangre seria como lava pero formada de pura arena, ojos y el agujero que le había dejado la bola del cañón.

Todos sus espectadores fueron a socorrerlo pero al llegar pudieron ver que era tarde, el agujero era muy grande como para volver a reconstruirlo y el animal ya casi ni mantenía sus ojos abiertos por lo que lo único  que les quedo hacer fue acompañar hasta su fallecimiento a la majestuosa reptil mientras le daban pequeñas caricias a su cuerpo.

Levi junto a Eren podían sentir el dolor del ser de arena, a el castaño le dolía mas por ser mas sensible, y lo peor es que no se podía hacer nada mas que hacerle compañía. Miraban con dolor a la criatura agonizante mientras Levi trataba de consolar a su pareja quien había comenzado a soltar lagrimas.

Por un momento el azabache mantuvo su mirada perdida y eso fue porque estaba pensado en que pudo haber sido la bestia que lo hiso..pensaba y pensaba....hasta que luego recordó lo que habían dicho las aves de hace un momento. y si en realidad aquellas asustadas aves se referían a...¿humanos?...

Con tan solo pensar en eso su instinto protector se activo y en susurros le dijo a Eren.

-Amor, necesito que me acompañes a un lugar- le dijo mientras lo tomaba de la mano.

-..esta bien...- acepto el moreno con aun una tristeza en su pecho.

El cremello tiraba de la mano del moreno con  una gran fuerza, pasaban agilmente entre toda la multitud con tal de salir hacia donde Rivaille pensaba que podrían estar aquellas bestias invasoras. Una vez fuera de la gran masa comenzaron un galope fugaz, como es obvio el blondo iba un poco mas adelante que el moreno, que los llevaba a un bosque frondoso el cual por el disparo del cañón se encontraba en un silencio total.

Sus sentidos auditivos se sensibilizaron y cada paso lo daban con mucha cautela, miraban cada rincón posible y cada agujero de 1 milímetro. El olfato les ayudaba un montón y tendrían mas suerte ya que son 2 centauros.

Se podía escuchar el canto desesperado de algunas avecillas que revoloteaban alteradas, se podía escuchar el canto del grillo que retumbaba en el silencio del bosque. Un relincho desesperado llamo la atención de los dos curiosos centauros, rápidamente dejaron de caminar y se escondieron detrás de un gran arbusto.

Después de unos minutos escuchaban el forcejeo de unas voces masculinas y el relincho desesperado de al parecer un unicornio. El azabache se asomo un poco por sobre el arbusto y pudo ver como 4 hombres, humanos, tiraban de unas sogas las cuales tenían atrapado a un unicornio, este relinchaba y trataba de dar coces pero era inútil, las bestias que tenían atado al animal lo tiraban con tanta fuerza que en una de las piernas del mamífero, su sangre comenzó a derramarse y se le dificultaba caminar.

-cállate maldito unicornio, guarda tus ultimas energías para pedir ayuda ¡si es que en este mundo de fantasía existe la ayuda! ¡¡¡jajajaja!!!- decía el mas viejo de los 4 hombres. 

-¡nos vamos hacer una fortuna con esta bestia!- comento otro.

-...si...a todo esto ¿para que matamos a esa serpiente de arena?- el mas joven de los hombre pregunto con inocencia.

-ahí niño!!, eres tan despistado!! obviamente es una declaración de guerra, si es que la gente de este mundo entiende si quiera lo que es la guerra, ¡¡jajajajajjajaja!!- dijo el primer hombre que había comenzado a hablar.

mientras tanto, los dos centauros escuchaban con atención las palabras del grupo, el blondo estaba que explotaba de furia, ¿como se atrevían a hablar así de ellos?, estaba decidido a matarlos si escuchaba un insulto mas. El castaño sentía coraje ante esa bola de inútiles buenos para nada, quería plantarle una flecha a cada uno dentro de su podrido cráneo para que por fin se callasen...solo un insulto mas...

-en unos días este podrido lugar sera nuestro!!- y aquella palabra fue la gota que rebalso el vaso.

De repente, detrás del arbusto salieron dos seres gigantes, 2 centauros que amenazaban con sus arcos cargados con flechas, tenían una mirada seria que se mezclaba con la famosa mirada asesina, sus respiraciones eran fuerte y con sus calculadores ojos analizaban la situación.

-...oh mierda...-dijo el líder del grupo. los 4 hombres se pusieron tiesos del susto, eran unas criaturas de mas de 2 metros y aunque estuvieran acostumbrados a ver centauros estos eran diferentes en mucho aspectos.

-Dejen al unicornio o se mueren- amenazo el de color cremello mientras tensaba aun mas la cuerda de su arco.

-ahora- termino la frase el moreno quien los miraba fijamente a los ojos.

-...tranquilos...tranquilos...al parecer los ponys se enojaron- dijo con sarcasmo el líder mientras retrocedía lentamente al igual que sacaba sigilosamente de su bolsillo una de aquellas armas importadas.

-de aquí no se van a escapar- comento Eren con enojo.

-¿a si?...¡pues eso les diría a yo a us....te...d..d..des...- El líder había sacado el arma para matar a los dos centauros pero el de blonda piel fue mas rápido y soltó la cuerda de arco la cual tenia una flecha y esta cayo directo en el pecho del estúpido humano, luego, el veneno de la flecha se comenzó a expandir por todo su cuerpo.

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perdon por la ORTOgrafia