Despierta

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Eren se encontraba inconsciente, una de sus patas traseras estaba dañada, sus oídos sangraban y sus latidos eran lentos y calmados. El polvo cubría por completo su cuerpo dando la sensación de que estuviera muerto, aunque no lo estuviera.

Mas haya, criaturas malignas se apoderaban del mundo que a la vez eran confrontadas por luchadores elficos y dríadas agresivas. El cielo estaba teñido de rojo, la tierra estaba poco a poco perdiendo aquella vida que una vez tuvo y los humanos comenzaban a invadir el lugar, y todo gracias a un estúpido científico que hallo la manera de entrar al mundo sin ser descubiertos.

-Le-levi...- Dijo el castaño, tratando de abrir sus ojos.

Eren, débilmente se paro pero al momento perdió el equilibrio ya que había comprobado que una de sus patas estaba dañada. Como pudo, comenzó a caminar lentamente, buscaba con la mirada media borrosa a su amado quien no daba señales de existencia, lo llamaba repetidas veces, miraba detenidamente pero no había resultado alguno.

-¿D-donde...estas?- Dijo entre sollozos, buscando desesperadamente con los ojos llorosos.

El menor no se rendía, aunque estuviera débil y su pata ardiera demasiado no se detendría, era como un bebe cordero buscando a su madre, la cual por algún motivo se había alejado de el. Luego de incesantes llamados, el centauro comenzó a quedar sin voz, sus cuerdas vocales también se habían dañado por el derrumbe, ahora solo podía confiar en su vista y sus oídos.

Detrás de un roca, se escucho como pequeñas piedras caían y rodaban lo que alerto al castaño. Esperanzado, rodeo la gran roca encontrando...nada.

-N-no....- Penso en voz alta, llorando -No...esta-

Estaba ya mas que desesperado, no podía encontrar a su amado, comenzó a pensar en cosas negativas, se puso mas tenso de lo que ya estaba y no podía pensar con claridad. 

En eso, a lo lejos vio una silueta poco usual, creyendo que era Levi, camino rápidamente hasta haya, la silueta de a poco se iba alejando haciendo oídos sordos a los desgarradores llamados del castaño. Se rindió a mitad de camino. Habia perdido de vista a la silueta. Giro su cabeza y hay encontró, aplastado por una montaña de rocas, con los ojos sin vida y la cara llena de sangre y polvo, encontró a Levi.

-Que?...¡Levi!, ¡Levi!- Eren estaba destrozado, había encontrado a su amado muerto.

Echado, trataba de "despertarlo", lo llamaba varias veces pero no recibía respuesta, sus ojos estaban hechos un mar, su corazón estaba echo polvo y las ganas de vivir igualmente. Por instinto le agarro la mano que sobresalía y comenzó a llorar sin control alguno, gritaba, se quejaba y maldecía todo que su mente le decía. 

Eren se atrevió a pasar su mano por el rostro del azabache, estaba helado como una roca. Sin pudor alguno, le dio un suave beso en la mejilla y destrozado le bajo los parpados.

El resto del tiempo se largo a llorar al lado de su difunta pareja, sin soltarle la mano, sin parar. Sumergido en sus penas, no se dio cuenta que la misma silueta que había seguido estaba detrás de el, mirando fijamente la penosa escena. El menor giro su cabeza al ver un gran destello de luz que lo dejo ciego.

-Eren, es hora de despertar. Ya estas sano, ya no sufrirás. Ellos te están esperando- Dijo la silueta de luz con una calmada voz.

Luego, para nuestro protagonista todo fue silencio y obscuridad.

...

Eren Jaeger.

Edad: 15 años

Estado: Coma indefinido

Patología mental: Esquizofrenia 

-..¿...q-que...?- Una luz deslumbraba los ojos del moreno.

Estaba en una camilla. En un hospital. Con sueros y una maquina que veía sus pulsos. En un impulso de coraje, arranco la aguja del suero y se quito los parches de la maquina, se miro de pies a cabeza y tenia un cuerpo de humano. Para el todo era muy confuso, en su mente vino el nombre de su "amado". Su mente exploto.

-..¡LEVI!, ¡¿DONDE ESTAS?!- Comenzó a gritar, tirando todas las cosas a su paso.

Fuera de la habitación, doctores encargados del caso iban corriendo a ver al paciente, junto a ellos iba la familia y unos amigos del menor. De la habitación un descontrolado moreno en bata salio sin cordura alguna, gritaba por su supuesta pareja y botando todo a su paso.

-Sosténgalo- ordeno un doctor que llevaba un sedante. 

Los otros 2 doctores se abalanzaron sobre el paciente, sosteniéndolo de pies y manos mientras el primero lo sedaba. Los parientes de Eren fueron bloqueados por enfermeras las cuales tenían la orden de no dejarlos pasar.

-¡NO!, ¡NO!, ¡DÉJENME MALDITOS INFELICES!..DÉJENME...- Protestaba furioso el menor que se iba quedando dormido por el sedante.

-¡Mi eren!- Dijo la señora Jaeger quien había escuchado los desgarradores gritos de su hijo.

-Eren...- Dijeron Mikasa y Armin.

Eren Jaeger era un chico que desgraciadamente a sus 13 años desarrollo la esquizofrenia, fue controlada mediante tratamientos y pastillas. Un día cualquiera, el menor comenzó a escuchar gritos suplicantes de que se suicidara, eran tan suplicantes que subió a la azotea del edificio en donde vivía y sin pensarlo 2 veces, sin miedo, se tiro. eran 8 pisos. Milagrosamente no murió pero quedo en un coma indefinido y hoy, 3 meses después despertó.

Cuatro días después...

El moreno estaba irreconocible, ignoraba hasta a sus mejores amigos, no comía, no hablaba con nadie y ni siquiera le dirigía la mirada a su madre, el doctor que se encarga del menor dijo que luego de estar en coma por 3 meses tu mente comienza a soñar. En Eren el sueño fue casi un viaje astral.

-¿Eren?, ¿cuando nos vas hablar?- Dijo calmada Mikasa que intentaba sacarle hasta un simple no de sus labios.

No hubo respuesta, Eren seguía mirando hacia la ventana con la mirada perdida y apagada. Estaba tan shockeado, enojado, deprimido y desmotivado que con suerte se limitaba a respirar, para el no existía la familia, los amigos, la comida. Solo existía un pensamiento.

"¿Todo fue un sueño?" 

-...Te daré tu espacio personal- Dijo Mikasa un poco apenada por lo que estaba pasando su mejor amigo. Luego salio de la sala.

Fuera de la sala de Eren, la familia y los amigos del menor veían con esperanza a un hombre que venia caminando lo mas rápido posible, estaba usando una chaqueta de cuero y unas botas negras. Este se acerco un poco cansado y con la mirada busco la aprobación de Carla.

-Puedes pasar, espero que contigo hable- Dijo con cariño y esperanza.

El hombre cerro detrás de el la puerta y firme dijo:

-¿Eren?- Esperaba alguna respuesta positiva.

En la explotada mente del menor algo hizo un clic, algo hizo reconocer aquella voz que lo volvió a la realidad, no estaba seguro pero dudoso volteo la cabeza. Pudo contemplar a un joven de tez blonda y cabellos azabaches, ojos fríos que combinaban con la chaqueta de cuero y algo  bajo. Con una pequeña sonrisa y sus ojos volviendo a la vida respondió:

-Levi...hola- Dijo inocentemente, como un niño de 3 años.

Sin poder aguantar sus ganas, el mayor fue a abrazar a su amigo, lo abrazo de tal manera que Eren se lo devolvió.

-Me alegro de que estés bien- Dijo el blondo al separarse del abrazo.

-Yo.....siempre estuve bien- El moreno le dedico otra sonrisa que lleno a Levi de tranquilidad y alivio.


Centauro... -Riren-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora