Una Historia Sin Vida: "Pensamiento"

con la valentía de un héroe

Se que mi estupidez no tiene límites.

Se que mi razón esta pérdida.

No se cual es mi destino, no se cual mi vocación, pero si se que mientras alguien corra peligro haré lo posible para salvarla.

Mi vida esta llena de accidentes, accidentes que por obra de terceros han sellado capítulos en mi historia, accidentes que han puesto un nuevo inicio a mi razón de ser, estar y vivir.

Desde muy pequeño mi vida y su significado se ha comprometido de diversas maneras, formas que muchos no desearían a su peor enemigo siquiera.

Desde enfermedades hasta violencia descontrolada, he pasado por casi todo. Cada día más débil mentalmente pero mas fuerte físicamente. Mi razón defender a quien necesite.

Se llama instinto protector muchos lo poseen innato, otros lo desarrollan.

Quiénes te llamen héroe puede que entiendan que lo que hiciste salvo a muchos aún así arriesgaste tu presencia en este mundo, aquellos que te llamen estúpido son cobardes, personas que en su vida tendrían las bolas y el valor para ponerse tus zapatos y afrontar las cosas como tu.

Vivo en un país donde ningun lugar es seguro, donde ya no se puede dormir en la comodidad de su casa tranquilamente, donde ya no puedes salir y disfrutar de forma sana.

5 años tenía cuando por primera vez alguien ajeno atenta contra mi vida, que podía hacer era un pequeño no sabía cómo protegerme ni como proteger a los demás, suerte corrí pues no estaba solo había alguien mas alguien que ahora tomó como modelo a seguir.

Esa persona me protegió y pude salir de aquella situación.

Aun recuerdo lo ocurrido, las voces, las caras, los sonidos de aquel revolver que fríamente me apuntaba. Quizás nunca lo supere y gracias a ello estoy aquí.

Años mas tarde vuelvo a enfrentar una situación similar, ya más grande, con más experiencia y conocimiento, pero aun con el mismo temor.

Dos vidas estaban en juego, la mia y la de otra persona, puedo decir que nuestra mente estaba nublada pues el temor nos invadía éramos jóvenes aún y ya nuestra vida en peligro estaba.

Quizás ese fue el punto donde mi estupidez comenzó, pues quizás sentí que podíamos salir de eso ilesos.

Razón tenía al momento de enfrentarme con aquellas dos personas, me doblaban en tamaño no me importó, aunque sabía que no podría contra ellos salvaría una vida.

Cuestión del destino que al diálogo llegamos, quizás use las palabras correctas. Quizás sólo fue suerte.

En cuestión de minutos fuimos despojados de algúno que otro bien material, aunque la intención no era esa. Quizás se dieron cuenta de lo frío del cañón y de lo afilado de la navaja y no hicieron nada.

Por suerte no fue más que eso lo que perdí. Fue un susto y una molestia. Saber que no recuperaría mis cosas quizás no tenían mucho valor pero había algo que valía oro para mi.

Mucho me lamenté haber perdido aquello que era el unico recuerdo de un pasado que no volvería.

Recuerdo aquella noche en la cual me dijw que no dejaría que me robaran jamás, donde pense que si alguien corría peligro lo salvaría, a cualquier costo.

Paso el tiempo. Los recuerdos se olvidaron pero la promesa no.

Demostré tal valentía años después donde una situación parecida ocurrió, junto a mi estaba la misma persona. Ya no un simple amigo un hermano.