Lucas comenzó a leer:
“Llevo días pensando en por qué debería suicidarme y he encontrado tantas razones para hacerlo que estoy seguro de que lo haré, pero quiero que los chicos tengan constancia de que ellos no son ninguna de esas razones”.
Lucas pasó la página y continuó leyendo.
“Hace una semana que comencé a escribir esto. Esta mañana salí con los chicos. Hugo y Lucas iban saltando en medio de la calle mientras David y yo gritábamos tonterías. Ellos me animan. Son como mis ángeles guardianes, siempre cuidando que esté bien. Siempre han estado cuando los he necesitado. Les echaré de menos”.
Lucas dejó de leer y miró a David y Hugo.
-Queda claro que no es por nosotros, pero entonces, ¿por qué ha hecho esto? -preguntó Lucas.
David bajó la cabeza y dijo:
-Hay cosas de él que no sabéis.
-Si...Cosas que prometimos no decir -añadió Hugo.
-¿Qué sabéis? -preguntó Lucas.
David y Hugo se miraron. Ambos conocían un secreto de Marcos, pero no el mismo y eso lo sabían así que para ellos la situación se volvió más frustrante aún.
-Creo que lo mejor es seguir leyendo. Seguramente ahí haya escrito algo sobre lo que le atormenta -dijo Hugo.
Lucas volvió a coger la libreta que había dejado antes en la mesita, miró hacia la camilla donde estaba Marcos, suspiró y dijo:
-Si...Lo mejor es seguir leyendo.
-Estamos los tres juntos en esto así que vamos a ser los hermanos que siempre hemos sido y vamos a saber qué le pasaba a Marcos y, cuando despierte, haremos todo lo posible por hacerle feliz -dijo Hugo.
-Tienes razón. No abandonaremos. Esto es solo otra prueba más de que podemos con todo -añadió David.
Los tres se miraron. En sus miradas se notaba la preocupación, pero a la vez se distinguía la resolución y valentía necesaria para ayudar a su amigo.
-Bien, entonces sigamos -dijo Lucas.
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Adiós
Random"La vida no me ha tratado bien. No soy un cobarde, solo me he cansado de luchar" Cuatro amigos. Un intento de suicidio. Verdades que salen a la luz.