Fix A Heart.

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Me desperté después de haber dormido muy poco. La verdad era que pocas cosas me destorbaban el sueño, pero cuando lo hacían, me molestaban de verdad. Miré el reloj, ¡eran más de las 9! Y entonces vi la nota del lado del despertador, era de Alice:

"Buenos días, princesa (dormilona, jaja). Te he quitado la alarma del despertador esta mañana porqué quería que descansaras esta noche ya que seguro que no has dormido bien, ¿verdad? ¡Tomáte un día de descanso, que nunca van mal! Ya me lo agradecerás ;). Te quiero.

PD: Hoy me he llevado el bocadillo que me preparaste ayer para el patio. Para que veas que te quiero, aunque el pan está un poco blando, jeje."

Maldita Alice.

Estuve corriendo toda la mañana como si fuera el último día de mi vida y quisiera aprovecharlo al máximo. Aunque realmente no tenía ganas de ir al colegio, así que cuando estaba desayunando me lo tomé con calma y decidí, finalmente, no ir al colegio esa mañana.

Ni tampoco lo hice al día siguiente. Así que mi fin de semana se alargó un poco más de lo normal. Pero me prometí que iría al colegio el Lunes.

El Sábado, Alice me dijo de ir al bar musical donde fuimos el día en el que llegué. Personalmente, tenía ganas de encontrarme a Cody, sí. Mi corazón y mi cabeza iban por lados diferentes. Obviamente mi cabeza me decía que no sería nada bueno verlo, pero mi corazón decía lo contrario; así que acepté ir allí.

Entramos, y aquella vez las luces eran muy tenues y estaba muy oscuro, pero aprovechaba cada vez que cambiaba de sitio para buscarlo. Pero no estaba.

El chico de la bebida verde, no estaba.

No entendía por qué aquella desilusión, y me fui sola a casa, dejando a Alice sola con Mark. Mientras caminaba por las oscuras calles, con el bolso mal colgado de mi espalda, y mirando al suelo; mi mente no paraba de culparme a mí. ¿Por qué tuviste que quedarte a hacer los deberes con él? ¿Por qué no lo rechazaste? ¿Por qué aquel primer día en el bar no pasaste de él? ¿Por qué narices tuviste que sonreírle?

-Para de torturarte... - dije en voz alta, mirando al cielo. Unas grises nubes tapaban la luna y las estrellas. Y de repente, de aquellas oscuras nubes empezaron a caer gordas gotas de agua. Llegué corriendo a casa y me tumbé en la cama, totalmente mojada. Mi teléfono movil sonaba en la cama. Lo cogí.

-Hola, Anna... - se escuchaba la voz de mi prima detrás del teléfono.

-¡Hola! ¿Cómo estás Danielle?

-Bien... - notaba una gran preocupación en su voz.

-No, qué va. ¿Qué ha pasado?

-Bueno... a mí no me ha pasado nada en verdad... Es más bien a Alex...

-¿Le ha pasado algo? ¿Está bien? - me empecé a preocupar.

-Oh, sí. Está genial. Pero el otro día le vi con una chica por la calle. 

-Bueno... no pasa nada ¿no? - me intenté dar falsas esperanzas.

-Si lo hubiera visto simplemente con una chica, no te hubiera avisado. Lo vi con la chica, pero estaban cogidos de la mano. Y después, se pararon y se besaron.

No contesté.

-¿Hola? ¿Anna sigues ahí? Bueno, un beso, yo tengo que colgar. Te quiero.

Recuerdo tirarme a la cama y no hacer más que llorar. Estaba completamente sola.

La ola que inundó mi vida {Cody Simpson}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora