Capítulo X

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Albus*

Ha pasado una semana de aquel incidente, Lucy acepto mi ayuda, pero evita a toda costa toparse con mi padre a menos que sea absolutamente necesario.

Hoy es el siguiente partido de quidditch y es contra Ravenclaw, Rose le desea suerte y se sienta junto a un montón de gente vestida de azul.

-¿no tienes hambre?-pregunto a nuestra compañera

-¿alguna vez has jugado quidditch?

-no

-bueno, te diré que es jugar aproximadamente a 50 metros de altura, lo que menos quiero es desayunar, aunque tenga hambre-responde algo gruñona finalizando con una sonrisa

James se pasea por nuestra mesa

-Buena suerte Lucila- dice y se va rápidamente

-¿y a este que mosca le ha picado?-dice indignada

-parece que le gustas

-¡gustarle! ¡Ese tipo no ve más allá de sus narices! No le gusto, simplemente le gane y eso no lo soporta,  si quería ponerme nerviosa lo consiguió.

-cálmate, Lu, justamente era lo que quería-opina Malfoy

Y lo consiguió la primera parte del partido, íbamos perdiendo 40-10.

-¡vamos Lu!-gritábamos lo más fuerte que podíamos Malfoy y yo

Nubarrones negros aparecieron presagiando una gran tormenta, Lucy ve hacía arriba y en ese momento una Bludger la golpea, pierde el equilibrio y termina peligrosamente colgando solo sosteniéndose del palo de la escoba.

Logra hacer bajar la escoba hasta que sus pies tocan el piso, se impulsa y vuelve a subir a su escoba, ve al cielo no buscando la snitch, busca algo más, comienza a volar fuera del terreno de juego, Slytherin esta descalificado ¿A dónde va Lucila?

Mi padre se reúne conmigo ante la confusión de los asistentes

-algo anda mal-aseguró-¿Por qué huiría?

-eso significa Qué ¿no sabes en dónde está?

-No, señor Potter, ni yo lo sé- dice Scorpius

-hay que seguirla-anuncia

Primero pensamos en regresar a la escuela, pero estoy seguro de que no está aquí, andamos unos minutos por los terrenos de  Hogwarts y encontramos su escoba cerca de la cabaña de Hagrid, el guarda bosques esta entretenido cortando madera.

-¡Harry!-exclama

-Hagrid ¿Dónde está Lucila?

-acaba de pasar corriendo algo apurada por aquí, dejo su escoba y se fue.

-¿al bosque prohibido? ¿Por qué?

-no lo sé, no dijo nada más

-hay que encontrarla

Entramos al bosque y vemos pequeñas huellas de pisadas. Empezó a llover, y seguíamos sin saber dónde estaba. Oí una voz y corrí lo más rápido que pude, la vi a ella en el centro de un pequeño prado, una figura con capucha de color negro estaba hablando.

-Tú madre y tú abuela dieron su palabra, me ayudarás a terminar con el mundo mágico

-¡NO! ¡Usted no puede hacer eso!

-Aún no me sirves pequeña niña ingenua, pero llegará el día en que de ti dependerá la victoria de alguno de los bandos, no lo olvides, estaré al pendiente de tus progresos…

-¡cállese! ¡No haré nada de lo que dice!

-¿no? Yo no estoy tan segura Black.

Cerró los ojos fuertemente y la silueta desapareció, la chica se dejó caer de rodillas mientras el agua seguía cayendo.

-¡Lucila!-la agarré de los hombros para que abriera los ojos- soy yo, Albus

-¿Albus?-me mira a los ojos

Mi padre llega a reunirse con nosotros.

-No entiendo, ¿Por qué no me ha dolido la cicatriz?...

-No puede erradicarse el mal de raíz-responde Lucila quedamente- Ese no es Lord Voldemort, es otro mago tenebroso

-¿alguna vez lo habías visto antes Lucila?

-No, ¡se lo dije Señor Potter!

-Cálmate Lucila, no tienes que hacer nada de lo que ese hombre te ha dicho, hablaré con su director para que tome las medidas pertinentes, pero tenemos que irnos, sigue lloviendo y pueden enfermarse, y Ginny me matará si sabe que por mi culpa se resfriaron

-Ahora lo que menos me importa es enfermarme

-vámonos Lu-sonríe Scorpius

                                                             *****

Al otro día, mi papá se va temprano. Vemos a Lucila vestida con unos jeans y un sweater holgado

-¿Por qué no traes el uniforme?-pregunta Rose confundida

-Me voy

-¿A dónde?-exclamamos Malfoy y yo

-A Londres, tú padre está ahí, Albus, Necesito ayudarlo, no puedo quedarme aquí cruzada de brazos

-Usted no irá a ningún lado, Señorita Black-responde Marcos Belmont, nuestro profesor de pociones- Pongase el uniforme y deje de estar con tonterías, deje el trabajo a los verdaderos expertos de la magia, ¿qué puede hacer una niña contra una nueva amenaza de esa? ¡Ande!

Lucila iba a hacerle caso, cuando el profesor nuevamente la llamó

-¡por cierto, Black, 50 puntos menos para Slytherin!

Belmont se va y Lucila se sienta refunfuñando en su asiento

-¿soy la única que tiene que batallar con su profesor de Pociones?

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⏰ Última actualización: Nov 09, 2013 ⏰

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Albus Potter y el torneo de los traidoresDonde viven las historias. Descúbrelo ahora