Capítulo Séptimo

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"El caballero caminó por las calles en búsqueda de aquella mujer , quería conocerla, quería cruzar sus miradas nuevamente. La llamó Musa y la hizo de paz. En la posada ya no estaba y ella no supo esperar para verle.

Ya no era caballero. Ya no tenía armadura, ya no tenía dinero, ya no tenía una vida.

Se llamó a sí  mendigo, se sentía así, no quería dejar de buscar y por eso no se rindió  pero hizo de ella su única salvación. ¿Acaso una palabra le devolvería una sonrisa?.  Tenia que averiguarlo cómo naufrago por sobrevivir."

Es muy lindo lo que escribes, me gusta tu historia, cada vez me sorprendes más.

—A pues si Adele, es que me gusta escribir y no se pero veo al "mendigo" y siento como si me mirara desde otra perspectiva.

—No digas eso, no eres un mendigo, eres alguien especial con mucha creatividad.

—Jajaja pues si tu lo dices, pero nunca podré negar que ese mendigo tiene un fuerte lazo que nos une.

—Quizá, bueno te voy dejando "chico de las poesias" que voy a salir con mi madre a hacer unas compras, te escribo luego.

Adele es muy buena persona, la verdad nunca había conocido a una chica que se fijara en mi como lo hace ella, ya tenemos una semana de habernos conocido y ha sido muy interesante. Quiero conocerla mejor, por eso le dije que no se precipitara cuando me pidió que fuera su novio, no quiero fallar una vez más, prefiero ir lento pero seguro. Se que puede resultar algo bueno de todo esto.

Ya falta una semana para el campamento nacional y estoy emocionado, representar a mi grupo y vivir una gran experiencia es lo que quiero así que me he empeñado en aprender mucho más ya que dormiremos en refugio y comeremos comida sin utensilios, también se darán a prueba muchas destrezas y quiero saber lo necesario.

—Bobo, esta Eduard afuera esperándote —Dijo Dianey haciendo que la puerta de mi cuarto chocara contra la pared provocando un gran estruendo

—¡Pero no tenias que hacer eso loca!

—Da igual

—Ok, dile que ya bajo.

Eduard había llamado hace unas horas porque quería que fuéramos a jugar videojuegos en el centro comercial, siento que quiere hablar conmigo sobre algo importante, es típico de el hacer toda una ceremonia primero antes de contarme algo especial.

—Hola hermano ¿cómo estas?

—Pues aquí con ganas de matar alíens Eduard

—si,  claro...

En el camino no hablamos mucho, el estaba pensativo y distante, veía como su mirada se perdía entre los árboles del camino como si analizara cada hoja. No es muy común de el estar así.

Llegamos al centro comercial y seguimos en la misma, veía cada objeto como si quisiera descubrir cómo lo habían hecho, que materiales utilizaron para construirlo y por qué existía. Entramos al local y jugamos en un par de maquinas en especial la de alíens (su favorito) pero no tenia esas ganas ni el interés habitual.

—Ya basta de pantalla Eduard, ¿que está pasando?

—Seré directo y sincero... Ya sabes que me gusta Karina pero creo que ella tiene novio.

—¡¿Que tiene novio?! No puede ser cierto, ella se veía que le gustabas, además lo hubiera dicho antes.

—Te cuento, la vi cerca de la Cinta Costera, estaba feliz e iba de la mano de otro chico, parecía estar disfrutando de todo eso y no me atreví que me viera...

Tu Corazón es mi destino (Completa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora