Las Cartas de nadie.

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____ y Harry se alegraban de que el colegio hubiera terminado, pero no había forma de escapar de la banda de Dudley, que visitaba la casa cada día. Piers, Dennis, Malcolm y Gordon eran todos grandes y estúpidos, pero como Dudley era el más grande y el más estúpido de todos, era el jefe. Los demás se sentían muy felices de practicar el deporte favorito de Dudley: cazar a los mellizos.
Por esa razón, ellos pasaban tanto tiempo como les resultara posible fuera de la casa, dando vueltas por ahí y pensando en el fin de las vacaciones, cuando podría existir un pequeño rayo de esperanza: en septiembre estudiarían secundaria y, por primera vez en su vida, no irían a la misma clase que su primo.

Dudley tenía una plaza en el antiguo colegio de tío Vernon, Smelting. Piers Polkiss también iría allí. ____ y Harry en cambio, irían a la escuela secundaria Stonewall, de la zona. Dudley encontraba eso muy divertido.

-Allí, en Stonewall, meten las cabezas de la gente en el inodoro el primer día -dijo a Harry-. ¿Quieres venir arriba y ensayar?

-No, gracias -respondió Harry.

-Los pobres inodoros nunca han tenido que soportar nada tan horrible como tu cabeza y pueden marearse. -Llegó ___a defender a su hermano.

Los dos hermanos salieron corriendo.

(...)

Todos oyeron el ruido en el buzón y las cartas que caían sobre el felpudo.

-Trae la correspondencia, Dudley -dijo tío Vernon, detrás de su periódico.

-Que vaya Harry o ____.

-Trae las cartas, Harry.

-Que lo haga Dudley.

-Pégale con tu bastón, Dudley.

Harry esquivó el golpe y fue a buscar la correspondencia. Había cuatro cartas

en el felpudo: una postal de Marge, la hermana de tío Vernon, que estaba de

vacaciones en la isla de Wight; un sobre color marrón, que parecía una factura, una carta para harry y otra para ____.

Harry la recogió y las miró fijamente, con el corazón vibrando como una

gigantesca banda elástica. Nadie, nunca, en toda su vida, le había escrito a él o a su hermana. ¿Quién podía ser? No tenían amigos ni otros parientes. Ni siquiera eran socios de

la biblioteca, así que nunca habían recibido notas que le reclamaran la

devolución de libros. Sin embargo, allí estaba, una carta dirigida a él de una

manera tan clara que no había equivocación posible.

Señor H. Potter

Alacena Debajo de la Escalera

Privet Drive, 4

Little Whinging

Surrey.

Y la otra era igual con la diferencia de que tenía el nomber de su hermana.

El sobre era grueso y pesado, hecho de pergamino amarillento, y la

dirección estaba escrita con tinta verde esmeralda. No tenía sello.

Con las manos temblorosas, Harry le dio la vuelta al sobre y vio un sello de

lacre púrpura con un escudo de armas: un león, un águila, un tejón y una

serpiente, que rodeaban una gran letra H.

Todos Cambian (Draco Malfoy Tu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora