Viaje en tren

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—¿Son realmente Harry y ___Potter? —dejó escapar Ron.
Harry y yo asentimos.

—Oh... bien, pensé que podía ser una de las bromas de Fred y George—dijo Ron—. ¿Y realmente se hicieron eso... ya saben...?

Señaló la frente de ambos.

Harry se levantó el flequillo y yo hice a un lado mi cabello para enseñarle la luminosa cicatriz. Ron la miró con atención.

—¿Así que eso es lo que Quien-tú-sabes...?

—Sí —dijimos—pero no podemos recordarlo.

—¿Nada? —dijo Ron en tono anhelante.

—Bueno... recuerdo una luz verde muy intensa, pero nada más. —Esta vez conteste  yo.

—Vaya —dijo Ron.

—¿Sois una familia de magos? —preguntó Harry.

—Oh, sí, eso creo —respondió Ron—. Me parece que mamá tiene un
primo segundo que es contable, pero nunca hablamos de él.

—Entonces ya debes de saber mucho sobre magia. —Pregunté. Era evidente que los Weasley eran una de esas antiguas familias de
magos de las que había hablado el niño no-lindo en el callejón Diagon.

—Oí que se habían ido a vivir con muggles —dijo Ron—. ¿Cómo son?

—Horribles... Bueno, no todos ellos. Mi tía, mi tío y mi primo sí lo son. Me hubiera tener más hermanos magos aparte de harry.

—Cinco —corrigió Ron. Por alguna razón parecía deprimido—. Soy el
sexto en nuestra familia que va a asistir a Hogwarts. Podrías decir que tengo el listón muy alto. Bill y Charlie ya han terminado. Bill era delegado de clase y Charlie era capitán de quidditch. Ahora Percy es prefecto. Fred y George son muy revoltosos, pero a pesar de eso sacan muy buenas notas y todos los consideran muy divertidos. Todos esperan que me vaya tan bien como a los otros, pero si lo hago tampoco será gran cosa, porque ellos ya lo hicieron primero. Además, nunca tienes nada nuevo, con cinco hermanos. Me dieron la
túnica vieja de Bill, la varita vieja de Charlie y la vieja rata de Percy
Ron buscó en su chaqueta y sacó una gorda rata gris, que estaba dormida.

—Se llama Scabbers y no sirve para nada, casi nunca se despierta. A
Percy, papá le regaló una lechuza, porque lo hicieron prefecto, pero no podían comp... Quiero decir, por eso me dieron a Scabbers.

Las orejas de Ron enrojecieron. Parecía pensar que había hablado
demasiado, porque otra vez miró por la ventanilla.

Le contamos que siempre habiamos tenino que llevar la ropa vieja de
Dudley y que nunca nos hacían regalos de cumpleaños. Eso pareció animar a Ron.

—... y hasta que Hagrid nos lo contó, yo no tenía idea de que era mago, ni sabía nada de mis padres o Voldemort...

Ron bufó.

—¿Qué? —dijimos.

—Has pronunciado el nombre de Quien-tú-sabes —dijo Ron, tan
conmocionado como impresionado—. Yo creí que ustedes, entre todas las personas...

—No estamos tratando de hacernos los valientes, ni nada por el estilo, al decir el nombre —dijo Harry—. Es que no sabía que no debía decirlo. ¿Ves lo que te decía? Tenemos muchísimas cosas que aprender... Seguro —añadió, diciendo por primera vez en voz alta algo que últimamente lo preocupaba mucho—seguro que seré el peor de la clase.

—No será así. Hay mucha gente que viene de familias muggles y aprende muy deprisa.

Mientras conversabamos, el tren había pasado por campos llenos de vacas y ovejas. Nos quedamos mirando un rato, en silencio, el paisaje.
A eso de las doce y media se produjo un alboroto en el pasillo, y una mujer de cara sonriente, con hoyuelos, se asomó y les dijo:

Todos Cambian (Draco Malfoy Tu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora