Callejón diagon

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-Tendran que comprarse el uniforme -dijo Hagrid, señalando hacia
«Madame Malkin, túnicas para todas las ocasiones»-.¿Les importa
que me dé una vuelta por el Caldero Chorreante? Detesto los carros de Gringotts. -Todavía parecía mareado, así que entramos solos en la tienda de Madame Malkin, pude notar que el estaba nervioso y yo igual. Madame Malkin era una bruja sonriente y regordeta, vestida de color malva.

-¿Puedo ir contigo Hagrid?

-¿Me dejaras sola? - Tuve que gritar puesto que ellos ya iban bastante lejos, Genial me quede sola.

-¿Hogwarts? -dijo, cuando comenze a hablar-. Tengo
muchos aquí... En realidad, otro muchacho se está probando ahora.
En el fondo de la tienda, un niño de rostro pálido y puntiagudo estaba de pie sobre un escabel, mientras otra bruja le ponía alfileres en la larga túnica negra. El niño era lindo si me lo preguntan. Madame Malkin me puso en un escabel al lado del otro, me deslizó por la cabeza una larga túnica y comenzó a marcar el largo apropiado.

-Hola -dijo el muchacho-. ¿También Hogwarts?

-Sí -respondi.

-Mi padre está en la tienda de al lado, comprando mis libros, y mi madre ha ido calle arriba para mirar las varitas -dijo el chico. Tenía voz de aburrido y arrastraba las palabras-. Luego voy a arrastrarlos a mirar escobas de carrera. No sé por qué los de primer año no pueden tener una propia. Creo que voy a fastidiar a mi padre hasta que me compre una y la meteré de contrabando de
alguna manera.

Me recordo a Dudley

-¿tienenes escoba propia? -continuó el muchacho.

-No -dije yo.

-¿Juegas al menos al quidditch?

-No -dije de nuevo, ¿qué diablos es el quidditch?

-Yo sí. Papá dice que sería un crimen que no me eligieran para jugar por mi casa, y la verdad es que estoy de acuerdo. ¿Ya sabes en qué casa van a estar?

-No -dije , sintiéndome cada vez más tonta.

-Bueno, nadie lo sabrá realmente hasta que lleguemos allí, pero yo sé que seré de Slytherin, porque toda mi familia fue de allí. ¿Te imaginas estar en Hufflepuff? Yo creo que me iría, ¿no les parece?

-Mmm -conteste , deseando poder decir algo más interesante.

-¡Oye, mira a ese hombre! -dijo súbitamente el chico, señalando hacia la vidriera de delante. Hagrid estaba allí, sonriendome con Harry y señalando tres grandes helados, para que viera por qué no entraban.

-Ése es Hagrid -dije contenta de saber algo que el niño guapo no sabía-Trabaja en Hogwarts.

-Oh -dijo el muchacho-, he oído hablar de él. Es una especie de
sirviente, ¿no?

-Es el guardabosques -dije. Cada vez me gustaba menos este chico.

-Sí, claro. He oído decir que es una especie de salvaje, que vive en una cabaña en los terrenos del colegio y que de vez en cuando se emborracha. Trata de hacer magia y termina prendiendo fuego a su cama.

-Yo creo que es estupendo -dije con frialdad.

-¿Eso crees? -me preguntó el chico en tono burlón-. ¿Por qué está aquí contigo y ese niño? ¿Dónde están tus padres?

-Están muertos -respondi en pocas palabras. No tengo ganas de hablar de ese tema con él.

-Oh, lo siento -dijo, aunque no pareció que le importara. Bien ya no pienso que sea lindo-Pero eran de nuestra clase, ¿no?

Todos Cambian (Draco Malfoy Tu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora