Capítulo 3 : Tocando fondo

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Como nunca mi padre apareció, escuchó mis llamados de auxilio, -¡Porfin!- exclamé con emoción. Venía a sacarme del infierno al que le llamaban hogar, donde ocurrían las mayores tragedias, donde sólo las paredes eran testigos de las lágrimas de cada uno...
Me fui lejos de ahí, pensé que todo iba a estar bien, los primeros meses ¡excelente!
Seguía estudiando, pero en otro colegio, mi actitud no cambiaba muy fácil, seguía muy agresiva, no soportaba que nadie me dirigiera la palabra. Me suspendieron muchas veces por un montón de peleas ,por golpes hacia los profesores, por gritos al director...
Mi padre me preguntaba -¿Qué sucede? Te saqué de tu casa y ahora te comportas así.. ¿Qué quieres?- Lo que mi padre no comprendía que el amor de una madre es irreemplazable, el estuvo ausente gran parte de mi vida, no iba a ser fácil llenarme en unos meses.
Un día en el recreo, estaba sentada en un escalón y fue ahí, cuando lo conocí a él, una persona que era capaz de borrar todos mis problemas, me sacaba de este vacío, al contrario era capaz de llenarlo. Me enamoré, el primer amor siempre es el más fuerte, incluso ya nada me importaba, sólo quería ser feliz ,y eso él lo hacía.
Me escuchaba con atención cada vez que le contaba de mis problemas, se veía el hombre perfecto, lamentablemente seguía en mi mala conducta , pasé del alcohol a las drogas, ¡cada vez peor! Pero aún así, sentía mi corazón lleno, pleno, me sentía querida por una vez en mi vida, un amor que nada lo reemplaza.
Cuando todo estaba muy bien, ocurre lo inesperado... Me llaman por teléfono y me dicen que mi padre había tenido un accidente automovilístico, había chocado en la carretera mientras estaba bajo el efecto del alcohol, no tenía idea que había discutido días anteriores con la pareja actual que tenía por culpa de mis adicciones, nuevamente saco a alguien importante de mi vida por mis estúpidas equivocaciones.
Mi corazón se partió en mil pedazos, llorando, quería morir, mi papá, la persona que me saco del infierno, una simple pelea y se puso a beber, lo perdí para siempre, nunca más lo tendría.
Nuevamente pérdida, sentía que estaba flotando en el limbo, un lugar sin destino, un lugar sin bien ni mal, sólo pérdida...
Mi madre me tuvo que recibir nuevamente en su casa. El amor de mi vida lo tenía lejos, muy lejos... Mi padre en el cielo, descansando como todo Ángel guardián y yo aquí, encerrada. El amor que sentía por este chico era tan fuerte, que me puse a trabajar, tenía que juntar dinero para viajar e ir a verlo cada vez podía, estuvimos así mucho tiempo, hacía todo por él, pero al parecer no le bastó tener mi corazón en sus manos y por eso mismo lo rompió... Un día quise llegar por sorpresa, cuando la sorpresa fue mía, viéndolo con otra chica, diciéndole las mismas palabras que me decía a mi, llevaba en mis manos una carta , la cual sólo la dejé caer.. Corrí tan fuerte como pude ,y me devolví. Nunca más supe de él, sólo me quedó el corazón roto como un recuerdo.
Encerrada en los rincones de mi pieza, mi padre no estaba, mi madre estaba cegada, y el amor de mi vida, se había ido.

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