Capítulo 3: Raro

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Vaya noche. No pude dormir nada, tuve calentura en la madrugada, me la pase buscando medicamentos, baje por unas toallas húmedas y cuando volví a mi cuarto me las coloque en la frente y pies, tome mi medicina y trate de cerrar los ojos, pero no lo lograba. Comencé a pensar en muchas cosas de mi vida, mi futuro, mis amigos, mi familia, en los problemas que he causado en varias cosas ocasiones. Encontré miles de defectos en mí, no era buena para cocinar a pesar de que mis papas eran dueños de uno de los restaurantes con mejor sazón de la ciudad, eran chef's y yo no podía ni hacer un huevo estrellado. Tampoco era buena para el estudio, las matemáticas no eran lo mío ni ninguna otra materia que no fuera inglés. Pero ahora contaba con Luis que me ayudaría a estudiar para mejorar en los exámenes finales, tenía que esmerarme y así lograrlo. Admiraba a Luis, siempre fue el mejor de la clase, más bien de la escuela, el año pasado fue el chico en obtener el primer lugar de aprovechamiento, lo malo de él es que a veces era arrogante así como era molestón.
Ya era Jueves, los días pasados me la había pasado estudiando con Luis cuando llegábamos de la escuela.
Luis: ¿Entendiste?
Zeida: Creo que si – dude
Luis: Bien, has el siguiente ejercicio tu – dijo mientras me daba el lápiz
Zeida: de acuerdo – tome el lápiz y mire mi libro con el ejercicio, comencé a pensar formas de resolverlo pero me desespere al ver que en realidad no sabía cómo siquiera empezar – no entiendo
Luis: Pues ¿que no me pusiste atención? He estado hablando como un tonto – me dijo ya enojado
Zeida: No tienes por qué hablarme así, solo no entiendo
Luis: ¿Qué es lo que no entiendes? Es exactamente como el ejercicio que acabamos de resolver solo que con diferentes números - me contesto ya casi gritándome. Que tonta, era cierto, solo que me había perdido en mis pensamientos mientras miraba a Luis explicándome en lugar de prestarle atención al estúpido ejercicio.
Zeida: Lo siento – dije bajando mi cabeza
Luis: Chica tonta - cuando escuche eso levante mi cabeza y le mire enojada, para luego pegarle en su brazo – ¡Auch! ¿Qué es lo que te pasa?
Zeida: ¿Qué piensas? Que porque lo sabes todo puedes hacer menos a otras personas?
Luis: ¿Eso importa?
Zeida: debería de importarte
Luis: Pues no – dijo fríamente, mientras se levantaba de la silla
Zeida: ¿A dónde vas? Aun no acabamos
Luis: Yo sí, me voy a casa –contesto mientras tomaba su mochila
Zeida: Hey, Luis ¿Iras a Ixtapan mañana? – pregunte mientras él estaba de espaldas
Luis: No – dijo mientras salía de mi recamara. Era un grosero, ni siquiera se despidió, tampoco le importo si tenía más dudas. Deje mi lápiz sobre el escritorio y me recosté sobre mi cama, quería que Luis fuera al viaje, podría molestarlo y vengarme de el por ser descortés. Pero también había estado pensando mucho en el últimamente, no se si es porque había estado viéndolo estos últimos días todo el tiempo, ó, no lo se, pero algo que me atraía bastante, era lindo cuando me explicaba algo. En fin quite eso de mi mente y me dispuse a preparar las cosas que me llevaría mañana para el viaje, traje de baño, ropa limpia entre otras cosas. Deje mi maleta a un lado de mi closet y me coloque mi pijama, me acosté y cuando estaba a punto de dormir sonó mi celular. Era Manu.
Zeida: ¿Qué pasa? – conteste
Manu: Ah sí mejor amigo, hola ¿Cómo estás? Yo muy bien y tú? Que gusto escucharte – se burlaba
Zeida: Jajajaj bien perdón, fui grosera
Manu: ¿Tú crees? – Pregunto - ¿Qué haces? Ya acomodaste tus cosas para mañana
Zeida: Obvio, ya están listas
Manu: Así me gusta niñita
Zeida: No me digas niñita – lo interrumpí – oye Luis te dijo algo sobre si iría?
Manu: mmm no, he tratado de comunicarme con él pero no contesta, ¿por qué el interés?
Zeida: ah ya veo
Manu: uyy! Te está gustando – comenzó a burlarse así por un largo rato, que detestable
Zeida: ¿Qué? Claro que no, deja decir tonterías, ya me iré a dormir
Manu: aja si, no te conociera, está bien, está bien, mañana a las 8 en mi casa
Zeida: Si necio, mañana te veo, descansa.
Manu: Igual horrorosa – colgó y solté una risa algo escandalosa ¿Luis? ¿Gustarme? Tal vez.
Deje mi celular y acomode mis cobijas cubriéndome completamente, cerré mis ojos y no pensé más sobre el tema y me dormí.

Mi alarma sonó 7:15, que flojera en verdad, si quería ir al viaje pero también quería seguir durmiendo, me iba a acomodar de nuevo pero Mafer entro a mi habitación y se aventó contra mi
Mafer: Ya párate se nos hará tarde
Zeida: ¿Qué dices? – La quite de encima - ¿Tú también iras?
Mafer: Pero claro que si, o sea crees que me perdería la oportunidad de ver a Luis, Manu y a Diego sin camisa, eso jamás
Zeida: niña tonta, Luis creo que no ira además es necesario que te recuerde cuántos años tienes
Mafer: 15, pero ya sabes, para el amor no hay edad. Y bueno no ira Lucho, pero aún están aquellos dos - dijo con un tono coqueto
Zeida: Ja – bufe. Empuje a Mafer fuera de la habitación y comencé a cambiarme muy rápido, al fin y al cabo tenía razón, si no me apuraba se nos haría tarde. Tome mis lentes de sol y mi maleta. Cuando baje ya estaba mi mamá y Mafer esperándome en la camioneta. Salimos de la casa directo a la de Manu, iba revisando que todo estuviera en orden, que trajera todo lo necesario.
Cuando llegamos ya estaba la camioneta de Manu afuera, bajamos nuestras cosas y vi como llegaba Aranza junto con Anahi y Mitzi. Diego le ayudaba a Manu a subir las cosas a la cajuela. Me acerque para saludar a mis amigas mientras Mafer iba como loca a saludar a Manu y a Diego.
Mitzi: Te levantaste eh – me dijo burlándose de mí, claro.
Zeida: Estuve a punto de no venir
Aranza: Pues que bueno que lo hiciste, creo que estará increíble.
Anahi: Ya lo creo jajaja
Segui hablando con las chicas de una y mil cosas que haríamos cuando llegáramos a Ixtapan. Pero detuve mi boca cuando vi llegar a Luis. Mentiroso, dijo que no vendría, y aun así me puse feliz de verlo así que me acerque a él.
Zeida: Veniste – le dije sonriéndole pero él no me miro ni un segundo.
Luis: Si, Manuel insistió – dijo serio
Zeida: Nos vamos a divertir mucho ya verás – le dije muy entusiasmada. Por supuesto que nos íbamos a divertir, me vengaría de el por todas las que me ha hecho a lo largo de estos años, por burlarse de mí, por ser un grosero, por ser mejor en todo, por tener un cariño de mis padres mejor que el mío, por todo.
Luis: mmm – murmuro mientras sonreía levemente y se iba de ahí chocando contra mi hombro. Idiota. ¿Por qué se burló? Volví con los demás, y después de unos 20 minutos de esperar a los demás, todos subimos a la camioneta y empezamos el viaje.

Una vida no esperada Donde viven las historias. Descúbrelo ahora