Precognición Negativa

4. Sucesos extraños: Parte final

Connie se detuvo, y observó atentamente el mensaje que se había plasmado en frente de ellos, se notaba en su rostro la preocupación que estaba sintiendo, los chicos estaban a una distancia considerable del televisor, entre el último escalón y el piso. El mensaje seguía ahí con ese intenso color verde que iluminaba gran parte del interior del templo, ya era tarde y las chicas no regresaban. La pantalla se apagó.

      —¿Qué? —Dijo Connie que no entendía lo que sucedía.

      —Lo que sea que estaba buscando ya lo tuvo que haber encontrado —Expresó Steven.

      —¿Quién estaba buscando qué? —Preguntó, ahora más nerviosa.

      —No lo sé, pero lo importante es que se detuvo.

Bajaron un escalón, y algo los encegueció por un breve momento, la luz de la pantalla estaba de vuelta, y esta vez con mayor intensidad. La palabra Buscando parpadeaba a un ritmo que avanzaba lentamente, Connie quedó mirando la pantalla y Steven corría hacia la parte de atrás del televisor.

      —¡¿Qué haces?!

      —Intento desconectarlo. En todas las películas que he visto que algo parpadea, ese algo explota.

Connie quedó completamente pasmada después de escuchar las palabras del chico, la pantalla seguía encendida, pero ya no estaba conectada. Steven miró directamente a los ojos de Connie, corrió a gran velocidad y la tomó de la mano, luego la abrazó, se podía sentir el calor en el entorno; las letras que se proyectaban en el televisor seguían parpadeando, cada vez a una mayor velocidad, ambos chicos solo observaban como las letras venían y desaparecían de la pantalla, estaban muy nerviosos, la expectativa de saber qué era lo que iba a suceder los inmovilizaba, a ambos. El tiempo jugaba un gran protagonismo en el ambiente, pero desde que el chico gema se había decidido a desconectar la corriente solo había pasado un minuto.

Esa palabra que tanta desesperación y angustia trajo se quedó estática, Steven sacó su burbuja protectora y comenzó a dar pasos hacia atrás, las pisadas eran verdaderamente lentas, aún estaban tomados de las manos. La pantalla comenzó a apagarse de esquina a esquina, así de lento como Connie y Steven retrocedían. El televisor se volvió a apagar, pero esta vez un gran estallido se escuchó de afuera, Steven deshizo su burbuja y ambos corrieron a ver qué era lo que había pasado, abrieron la puerta y lo primero que lograron ver era como la arena se elevaba y se esparcía en el aire, producto del impacto. Steven sacó su escudo e iba descendiendo en aquellos escalones que estaban envueltos en una improvista tormenta de arena, cada paso que daban eran cien pulsaciones, el temor de encontrarse con una gema corrompida, o con una legión de gemas fusionadas forzosamente invadía los cuerpos de ambos. La visión se hacía cada vez más clara, y un despliegue de luces verdes se hacía notar con gran esplendor, Connie apretaba la mano del chico que portaba el escudo con gran fuerza. Trozos de gemas estaban repartidas a lo largo de la playa y el suspenso seguía aumentando, ellos seguían caminando, con pasos lentos, pero avanzaban.

Un aparato de forma rectangular compuesto de una sola gema de textura lisa estaba al frente de ellos, a primera vista y por la distancia se veía con unas dimensiones despreciables, casi imperceptibles, pero al acercarse cada vez a la extraña figura su percepción del objeto se hizo clara. Un metro y medio de alto, un metro de ancho, y su lado superior con una inclinación que era lo quemas resaltaba en el aspecto del objeto que acababa de "aterrizar" cerca del templo, además de las luces verdes que emanaban de él y sus diversas grietas tras la caída.

El objeto que se encontraba en medio de la playa, no realizaba ningún tipo de acción, solo proyectaba una potente luz verde, similar a la que ya habían contemplado dentro del templo. Ningún movimiento, ningún rastro de amenaza. Steven siguió tomado de la mano con la chica y guardó su escudo, Connie había cambiado de semblante, ahora se sentía más segura, aunque el chico del afro aún no estaba confiado de toda la calma que hacia presencia en ese preciso momento.