Solo Mirame [Jikook]

Capitulo 18 - Final [2/2]

Los días pasaron rápidamente, había ido a cenar a casa de su padre un par de veces y Haneul había conocido a su madre cuando paso a dejarla a casa por la noche. Esperaba que su madre no fuera amable con ella, pero incluso parecio agradarle y eso le encanto.

Estaba terminando de arreglar su cabello cuando escuchó el timbre sonar. Bajo las escaleras y se encontró con su madre con la mano en el pomo de la puerta, mirando por la rejilla.

-¿Cabello naranja, en serio?- su madre le pregunto con una mueca divertida, el pelinegro se río y le hizo una mueca para que abriera la puerta. Sus amigos estaban formados como si de soldados se tratase e hicieron una reverencia al mismo tiempo, como si lo hubieran practicado. Jungkook aguanto las ganas de reír, parándose junto a su madre. Jimin lo miro y le sonrió- Los ojos aquí.

El de pelo naranja dio un respingo cuando la voz autoritaria de la madre del menor se escucho, poniéndose aun mas rígido y clavando su mirada en ella.

-Solo esta jugando con ustedes, no le tengan miedo que no mata ni a una mosca- el pelinegro se acerco a sus amigos- Mamá ellos son Yugyeom, Namjoon, Sehun y Jimin- señalo a cada uno mientras la mujer hacia una reverencia con una sonrisa a cada uno.

-Mucho gusto, señora- Jimin volvió a inclinarse y la mujer palmeo su hombro.

-Lo mismo digo. Chicos, cuiden de mi pequeño ¿Si?.

-Siempre- Jimin se quedo mirando al pelinegro con una sonrisa en los labios y el menor avergonzado desvío la mirada.

-La una es la hora máxima, ni un minuto mas ¿Entendido?- la mujer subió el tono de voz, haciendo que todos saltaran en su lugar.

-Ya dejalos- Jungkook le golpeo levemente el hombro y le beso la mejilla- Te amo, regreso luego.

Todos se despidieron de la señora y se acomodaron en el auto para luego encaminarse a la casa donde seria la fiesta.

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Jungkook y Jimin se encontraban sentados en uno de los sofás de la casa que, según lo que había entendido, era de un alumno de la escuela y solía prestarla para hacer las fiestas. Al parecer habían llegado temprano pues no había demasiada gente todavía y sus amigos habían acompañado al organizador a comprar sodas y alcohol.

La puerta se abrió, dejando ver a un puñado de gente que se adentro y se esparció rápidamente por el lugar. El menor vio a Jin entrar junto a dos de los amigos de Jimin y le sonrió.

-Hola- se acerco a el y le saludo animadamente para luego inclinarse en una educada reverencia de noventa grados.

-Hola y hola- saludo a los dos chicos que estaban detrás del rubio. Ellos sonrieron y agitaron sus manos, para luego chocarlas con la mano del chico de cabello naranja.

-No esperaba verte aquí, tu madre me comento que no te gustan mucho las fiestas, por ello no te he invitado antes- el pelinegro asintió.

-Casi no me gustan pero he querido acompañar a mis amigos- señalo a Jimin y el le sonrió.

-Lo siento, hola- Jimin se limitó hacer un simple gesto con la mano y Jin miro hacia atrás, notando a alguien- Bueno, no les molesto mas. Nos vemos luego.

Sus amigos se despidieron junto a el y caminaron hasta una mesa donde saludaron a mas personas y se sentaron.

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La fiesta corría con tranquilidad, habían personas bailando, fumando, tomando e incluso los que se habían pasado con el alcohol dormían en los sofás y las alfombras.