~Invierno Soleado~

Capitulo 7

—Por favor, dejenme pasar, soy su esposo.

—Lo siento señor pero se nos dio la orden de que no lo dejemos pasar.

—Acaso ¿ustedes están sordos? Les dije que soy su esposo, quien está adentro de la habitación en esa camilla es mi esposo ¡Mi esposo! ¡Por lo tanto tengo el derecho a verlo!

—Lo siento señor, no podemos permitir que entre a la habitación.

El de ojos grandes, ya harto ante la prohibición, empezo a forzegear con los guardias.

—Esto es absurdo, ¡Soy su esposo! ¡Dejenme pasar!

—Por última vez señor, usted no tiene permiso de entrar a esta habitación.

MinHo lucho inutilmente contra los guardias pues de ante mano sabía que no podía contra ellos por que eran más musculosos y fuertes que él. Al no lograr su cometido se rindió, rayos, si que no lo querían cerca de Taemin.

—¡Aish!

—¿Tu nunca te cansas verdad?

— Jonghyun...

—¿Qué parte de que no te queremos serca de Taemin, no entiendes?

— Y ¿Qué parte de que no me alejare de él, tu no entiendes?

—Choi, estas son las consecuencias, tu solo has logrado todo esto y la verdad no entiendo por qué sigues insistiendo.

—¡Por que amo a Taemin!

—¡Oh! Vamos Choi, tu nunca has querido a Taemin.

—¡Eso es mentira!

Claro que lo quería, por Dios, el amaba demaciado a Taemin, el era su todo, aún cuando fue engañado tan vil mente y creído que su esposo lo estaba engañando, él se seguía enamorandose cada día más y más del castaño.

—Es mejor que te vallas y no vulevas a regresar, como vez no lograras nada.

—Peleare siempre, no me rendiré nunca, estaré con Taemin y tu ni nadie me lo impidira.

Ante estas palabra dichas, Jonghyun sonrio de manera burlona y sin decir algo más se  dirijio a la puerta de la habitación donde se encontraba Taemin.

—Buenos días señor.— ambos guardias saludaron cortesmente al más bajo quien les regreso el saludo y se adentro al cuarto.

MinHo por otra parte estaba demaciado enojado, no era justo, nada de esto era justo, el sólo quiere estar en estos momentos a lado de Taemin, su Taemin.

Dio un suspiró brusco y se revolvió con sus manos su cabello con frustración, le dio miradas asesinas a los guardias y sin más salio del edificio. Tenía que calmarse, tenía que contenerse y no hacer una tontería.

Ha pasado ya varios meses, meses en intentar conseguir el perdón de sus suegros, intentar entrar a la habitación en donde se encuentra su esposo para estar a su lado pero como siempre, sin éxito alguno y por si no fuera suficiente ahora habían puesto guardias en la puerta del cuarto para hacerle aun mas difícil el encontrarse con el castaño.

Decidio ir por unos tragos, Dios, necesitaba alcohol pero ya. Su celular empezó a sonar, lo cogió y vio que es una llamada de un número desconocido, contestó.

—¿Bueno?

—Min Ho.

—¿Qué mierda quieres Kwon?

—Te extraño, ¿Tu no me extrañas?— Min Ho rodo sus ojos.

—Ja hasta crees que te extraño, dejame empaz.