Estaba desesperado. Mantenerme encerrado en mi habitación no le funcionaria en nada a mi madre. Parecía ignorar que salir de casa y charlar de frente con los demás actualmente no era el único medio de comunicación. Me alegro de no ser una persona tan... como ella. Y quizás mi aislamiento me lo gane a pulso, o eso es lo que dicen dos idiotas que tengo por mejores amigos, por que al parecer, golpear al hijo de uno de tus mejores clientes (y acostones) me llevo a estar aquí dentro; con la oportunidad de salir solo para recibir los paquetes de mi madre.
Todo eso perdía relevancia desde el primer mensaje de texto que envíe hace cinco días (cuando comenzó mi aislamiento), un mensaje simple que se convirtieron en diez y estos pasaron a conversaciones que llegaban a no tener fin, pues hasta ahora, ninguno de los dos había mencionado una palabra a modo de despedida. Por mi parte, ni siquiera lo estaba considerando.
Un papel, un pedazo de papel, arrugado y maltratado dentro de los bolsillos de mi pantalón estaba proporcionándome una de la más puras de mis felicidades. Aquellos dígitos escritos en tinta verde, junto con su nombre... estaban haciendo de mi, un completo idiota enamorado.
YG: Cuando termine mi semana de suspensión prometo no volver a cometer un error como ese... a la próxima nadie me atrapara. Deja de preocuparte de más mocoso.
TH: No veo por que este mal que me preocupe por ti.
YG: Eres tú el que temblaba de miedo por que no le hicieran nada.
TH: Y tú el idiota al que le rompieron una costilla, le partieron el labio y lo humillan cada que pueden.
YG: Gracias. Ya se que soy patético. No veo la necesidad de que me lo recuerdes en cada oportunidad que se te presenta.
TH: Sólo así entiendes que me preocupo por ti. Si te digo las cosas con otras palabras piensas que me estoy burlando de ti.
YG: Yo nunca he dicho eso cada vez que me hablas... me escribes, mejor dicho.
TH: Que no lo hayas hecho no significa que no lo pienses en este instante. O cuando menciono lo agradecido que estoy contigo por haberme ayudado aquel día.
YG: Olvida ya lo de ese día ¿puedes?
TH: No puedo hacerlo, lo siento.
YG: ¿Y por que no podrías?
YG: Respóndeme pelirrojo artificial.
TH: Ya no soy pelirrojo.
YG: No evadas mi pregunta.
YG: ¿Por qué no podrías olvidar ese incidente?
TH: Por que... de la peor manera existente, pude por fin acercarme a ti. Podría decirse que diste tu vida por mi, solo... gracias Min YoonGi. Eres demasiado diferente a como las demás personas te ven... eres acogedor y aterrador; amable y crudo; cariñoso y frío. Eres muchas cosas.
Cursi~
Esta persona ahondaba de lleno en este concepto. El es la definición de esta palabra. Que actuara así a veces me daban ganas de dejar de contestarle los mensajes y mandarlo directo al carajo sin paradas en ningun lado. Luego venían de su parte textos más largos, maduros que me hacían dudar de sí acerca era el mismo chico pelirrojo -ya no más- del que me había enamorado hace más de medio año.
Esperaba que sí.
TH: Supongo que tu capacidad para ser alguien con swag haya bastado para comprender que lo que quise decir anteriormente, es que actuas como un niño. Uno demasiado caprichoso.
YG: Sí, lo entendí.
TH: Me alegro. Ahora debo ir al hospital... no preguntes. De todas formas no te diré.
YG: Si no quieres que pregunte, entonces no me digas.
YG: ¿A qué hospital vas?
Era seguro que estaba aumentando días a mi condena, pero en cuanto recibí un mensaje de respuesta con el nombre del hospital plasmado en este no dudé en considerar escapar por la ventana de mi habitación, no sin antes haber cerrado la puerta con llave. Salí por la ventana con la espalda ahora pegada a la pared mientras intentaba alcanzar con la mano la tubería y tener así una guía para bajar a tierra firme.
-Hasta que decides salir de tu cueva- la voz de mi amigo logro sacarme el susto más grande que había experimentado.
No era por burlarme o discriminar su tono de piel, pero a veces era difícil distinguirlo entre las penumbras, la oscuridad o cualquier cosa que tuviese poca visibilidad. Era entretenido hacerle bromas cada que podíamos. Y yo ahora lo que podía hacer era golpearlo con ganas de matarlo por haberse aparecido así de la nada.
-¿Qué mierda haces aquí?-
-No nos contestas a HoSeok y a mi aún estando conectado, por lo que pensamos que tu madre te habría enterrado vivo en el patio trasero de tu casa. Me equivoqué cuando justamente vi salir tu trasero por la ventana hace unos momentos.- intentaba protegerse de mis golpes vagamente.
- Estaba... ocupado. ¿Traes tu auto?- deje de golpearlo para empezar a mirarle con cierto aire de esperanza. No me hacia falta caminar.
-Si hyung, también traigo a un HoSeok agotado en los asientos traseros, por sí te interesa saberlo. El auto apestara a sudor gracias a el- a veces NamJoon y HoSeok podían ser una bomba apestosa.
-Abriremos las ventanas en lo que llegamos- dije tomándolo del brazo y caminando al frente de mi casa.
-¿Y a dónde vamos?- apago la alarma de su auto y quito los seguros.
-Necesito ver algo. Asegurarme de que esté todo bien más que nada- abrí la puerta del auto e inmediatamente un aroma salado y grasoso salió de este. ¿Cómo es posible que apestara tanto? ¿Y de una manera tan penetrante? Casi me lloraban los ojos.
-¡Hyung! Creí que estabas muerto. Me debes dinero RapMon- Me abrazo desde el asiento de atrás por el cuello cuando estuve dentro del auto.
-¿Su diversión es apostar mi vida?- era oficial. Ya nada me sorprendería.
-Ahora ¿a dónde nos va a llevar mi precioso bebé?- la melosa voz de mi amigo refiriéndose de esa manera a su auto hizo reír al pasajero de atrás.
-Lo único de precioso que tiene esta cosa con ruedas es a los pasajeros. Ni siquiera el piloto.- río con fuerza. Y por primera vez en varios días me volví a reír.
TH: Espero que haberte dicho en donde estaba no evocara que quisieras venir aquí. Solo aumentaría tus problemas, y los míos quizás también.
TH: Además, hace más de veinte minutos que salí del hospital.
YG: ¿Y no se te ocurrió avisarme hace más de veinte minutos?
TH: ¿La verdad? Sí. Es diferente a no querer hacerlo.
YG: Me hiciste aumentar el castigo en vano.
TH: Claro que no. Yo no decido por ti, bebé.
YG: No me digas bebé, el dongsaeng aquí, eres tú. Y mi exilio aumenta debido a ti. Todo por nada.
TH: ¿Ver a tus amigos cuenta menos que nada?
HoSeok llevaba todo este rato tratando de ver a quien mensaje a tanto. Y NamJoon de vez en cuando me miraba de reojo intentando descubrir el por que de mis gruñidos. Ni siquiera le había mencionado que me encontraba con mis amigos.
-Vamos a las mazmorras- la molestia desvaneciendose tan rápido como el humo de un cigarro.
-¿Creí qué querías ir a..?-
- Los cambios de planes existen ¿sabes? Si me van a castigar, quiero hacer lo que se hacer antes de que me quiten hasta el derecho de vivir-
El aire que entraba por las ventanas agitaba el cabello de los tres y pirificaba el ambiente, el rumbo antes marcado cambio por completo. Era tarde y suponía mi progenitora ya deberia estar en casa. Pero queria estar fuera. Quería disfrutar de mis amigos.
![](https://img.wattpad.com/cover/80749114-288-k661420.jpg)
ESTÁS LEYENDO
52blue🐋 ‹ yt ›
FanfictionÉl tan extraño que nadie lo entendía. Él era único en su clase. Portada: sighmood 06082016 22082016