Un joven de 21 años pasa por las calles de Nueva York con una chamarra azul descolorida y unos vaqueros azules descoloridos, su tez es pálida y sus colores azules combinan raramente con aspecto. Tiene un ojo con una cicatriz atravesado, pero no perjudica su vista.
Camina por las calles llenas de personas de la ciudad que nunca duerme. Mira a las personas con cara de enojo y rencor cuando le miran fijamente.
Llega a una calle donde no hay nadie, ni siquiera un auto. Avanza 2 casas hasta llegar a una de color rojo con muchas marcas de pintura y grietas. La puerta de metal está incompleta, sólo la mitad de las parte de arriba está intacta. Tiene dos ventanas, todas rotas. La casa es tan pequeña que se puede comparar con el ancho de un joven normal, pero la altura es de unos 3 metros. Sólo tiene 3 pisos y es la más pequeña de todas alrededor.
El joven entra en la casa con sólo empujar la media puerta, avanza por un pasillo lleno de símbolos raros pintados con acuarela en la pared. Las escaleras que están junto a la puerta de entrada están todas destrozadas y sólo hay dos cuartos en el primer piso, uno es la sala de estar y otro a una cocina rosa.
El joven entra en la sala de estar y ve a 2 personas hablando en chino mandarín, una con una capucha negra y otra con un sombrero de tres picos junto con una chaqueta de cuero café desgastada y un pantalón de tela muy roto.
-Que bueno que llegas a tiempo Tod, el capitán Morris y yo estábamos hablando de las personas que hemos juntado para la causa.- Dijo el sujeto con capucha negra.
-Siéntate, debemos hablar.- Dijo el capitán Morris con un acento inglés.
Tod se sienta en la silla más cercana a la conversación y espera a que sigan hablando las dos personas.
-Bien, le decía a Mustch que reclute a unas 45 personas. Dos de ellas tienen poderes muy avanzados, uno que puede cambiar el cuerpo de cualquier criatura, ya sea mental o físicamente, eso nos puede favorecer para acabar con ejércitos grandes o que tengan armamento especial y la otra puede mover cualquier cosa, sin ninguna excepción, eso es muy bueno para todo.- Dijo Morris mientras hacia movimientos de manos muy raros.- ¿Cuántos has reclutado tú?
-Quinientos cuarenta y algo, todos están en el continente asiático porque son los únicos que quisieron unirse. Hay muchos especiales, calculo que unos doscientos son muy poderosos.- Dijo Tod quitándose el gorro.
Morris y Mustch se le quedaron viendo un tiempo hasta que Morris saco un cigarro de su chaqueta y lo enciende en su boca.
-¿En serio crees que te vamos a creer? Van 3 veces que nos dices lo mismo y no es cierto, si lo que dices es cierto tienes que probarlo. - Dijo Mustch con cara de furia.
-Todos sirven a una asociación antigua, si les pagamos lo correcto todos junto con un ejercito de más de dos millones de ninjas estarán a nuestro servicio.- Dijo Tod sonriendo.- Les pague más de cinco millones de dolares y ahora están a espera de mis ordenes.
-Esa organización que dices es muy antigua... Posiblemente se cual es.- Dijo Morris mirando con los ojos entrecerrados a Tod.
-Son los Miyong... ¡ATAQUEN!
Se oye una explosión en la puerta principal y la pared que separa a la entrada de la sala de estar estalla dejando entrar a varias personas con trajes negros y katanas en sus cinturas.
-Ninjas... ¿Qué están haciendo ellos aquí?- Morris y Mustch se levantan asombrados de sus sillas.
-Tengo más de cinco años sirviendo sus ordenes, estoy cansado de eso. Hoy tomare orden de la revolución.
-No puedes ingrato, nosotros somos los líderes.
-Entonces tendré que matarlos.
Más ninjas se posicionan detrás de Tod con sus manos empuñadas en sus katanas. Después se ve que entran 5 personas, estas vestidas con un traje rojo chillón y un símbolo de un dragón dorado estampado en su pecho.
-¡ATAQUEN!- Grita Tod fuertemente y entonces se oyen más estallidos en las plantas de arriba.
Los ninjas corren por las paredes y paran justo donde están Morris y Mustch para luego sacar sus katanas y atacar a los dos. Los dos no hacen movimiento alguno hasta que muchos ninjas se arremolinan alrededor de ellos. Donde está Mustch muchos ninjas caen en cuestión de segundos con una quemadura profunda en sus pechos.
-Maldito seas.- Grito Mustch mientras lanzaba bolas de fuego a los ninjas que se lanzaban hacia el.
Se oyeron disparos fuertes y choques de metal en la parte donde los ninjas peleaban con Morris. Muchos ninjas caían al suelo con una bala en muchas partes y otras con una raja en su cuerpo.
Las personas con trajes rojos se separaron y para luego ir cada por su parte. Una mujer empieza a hacer aros de fuego con sus dedos y luego los desaparece para luego tocar con el dedo en donde estaban, una bola de fuego sale disparada hacia Mustch. La bola de fuego hace contacto con el hombre y este empieza a presentar una quemadura que empieza a agrandarse y haciendo cenizas su piel.
-¡NOHHHH! MALDITO SEAS- Grito Mustch mientras se arrodillaba y su piel se quemaba. Los ninjas a su alrededor empiezan alejarse para presenciar como el cuerpo de ese hombre se quemaba.
-No puede ser, amigo... Lo siento pero no... ¡Auch!- Una espada fina sale de la espalda de Morris para luego clavarse en sus costillas, un ninja le acertó. Un portal de color azul se abre en la pared de atrás de donde está Morris y este se lanza hacia el quitando las espadas que tenía clavadas.
El portal se cierra y varios ninjas se quedan parados firmemente.
-Descansen chicos, yo me encargo de este.- Dijo Tod mientras se acercaba al cuerpo casi chamuscado de Mustch.- Amigo mio... Al fin encontré alguien que te enfrente. Ahora que vas a morir tu causa será mía.
-¡Por favor! Aléjate de mi hija...- Dijo con lagrimas en sus ojos Mustch.
-¿Te refieres a tú querida hija perdida Samantha? Tranquilo, cuando llegue Rick con ella estaré aquí esperando. Al fin tendré a alguien igual de poderoso y sabio que tú y a mi voluntad.- Dijo con una sonrisa Tod.
Los ojos de Mustch empezaron a brillar de color blanco y luego dijo:
-Rick, no vayas a ese lugar, hay un cambio de planes... Ve con Max, el los mantendrá mientras todo se acomoda como debe ser.- Dijo Mustch antes de que su piel este completamente quemada. Su cuerpo cayo todo quemado y sin vida.
-Maldito hijo de perra, hay cambio de planes, busquen quien es Max antes de que ellos lo encuentren, mientras veré lo que tenía planeado este viejo para la revolución.
Tod puso su mano sobre el caliente cadáver y un destello azul salio de su mano. Luego dijo con un acento africano: "Revela todo lo que está alma sagrada tiene en su cabeza".
Y en su cabeza empieza a brotar muchos pensamientos de la mente de Mustch.
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Otra Perspectiva #Wattys2016
RandomEn en año 1887 el famoso meteorito que calló en San Francisco cambio el ADN de varías personas normales, otorgando poderes y habilidades anormales. En el 2017 un nuevo presidente de Estados Unidos es el único que sabe de la existencia de esas per...