Capítulo 7: Paz antes de la tormenta

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Tod miraba las calles de Nueva York desde el interior de un Taxi. Miraba a la ciudad con mucho desprecio, a el no le caían bien los humanos o al menos los que se denominan normales. 

Tod durante sus 21 años a hechos maravillas alrededor del mundo, pero muchas personas lo conocen por ser un ser sin piedad, el que quiere dominar al mundo por venganza y el sin don. Pero los que lo conocen más de cerca lo llaman "piedra" porque a el no le importa la amistad ni el amor, a el no le importa nada de lo que pase a su alrededor.

El siempre piensa que lo que hace este bien aunque lleve con el algunas vidas inocentes, el acepta trabajos que involucren muerte y destrucción, nadie sabe el porque pero hay una especulación que dice que el sufrió un tormentoso trauma. 

-Ya apareciste en muchas noticias, si más gente sabe de nosotros entraran en pánico y como es normal van a querer que la seguridad tome cartas sobre el asunto.- Dijo el chófer después de que bajo el cristal que hay en medio del coche. Llevaba unas gafas negras que le tapaban completamente los ojos, el traje que tenía puesto era negro junto con una corbata roja colgando de su cuello.

-Tranquilo, si la noticia se esparce habrá conflictos entre si es verdad o no, ya los he visto y parecen unos idiotas.- Dijo Tod sin apartar la vista de las calles. 

-Buena respuesta, lo que no te fijas es que el gobierno es más realista, sus agentes se encargan de vigilar más de cerca el asunto y como tienen más autoridad descubrirán algo nuevo.- Dijo el chófer con sarcasmo en su voz. 

-Créeme, cuando lo descubran los políticos y presidentes habrán muerto.- Dijo Tod mientras sustituía su mirada con una sonrisa. 

Siguieron avanzando sin articular palabra hasta que el chófer rompió el silencio. }

-¿Del uno al diez cuanto porcentaje lleva tú tan esperado plan?- Pregunto levantando una mano y ajustando el espejo delantero hasta poder ver el pálido rostro de Tod. 

-Un nueve, sólo falta la hija de Mustch, ella es la clave para tener una vitoria asegurada.

-¿Por qué?

-Ella tiene casi los mismos poderes que su padre sólo que no los ha descubierto. Por ahora sólo pude admirar su habilidad descontrolada con el fuego, Mustch me revelo que ella podía tener el conocimiento infinito, el control del fuego, poder mirar las diferentes capas de cada ser pero lo que me llamo mucho la atención es que ella podía hacer lo que quiera al cumplir los 18 años o más. Desde destruir planetas con sólo mover su dedo o convertir a un monstruo en un humano.- Dijo Tod mientras las muy brillantes luces de los letreros eléctricos iluminaban su pálido rostro.- Lo malo es que Rick la llevo con un niño que puede crear cualquier cosa, no se su dirección así que tendré que ir con una persona para que invoque un dragón. Con uno podre encontrarlo y así podre matar al niño y a Rick.

-Pero la mujer se descontrolara e intentara matarte por tal acción, mejor cuéntame tú plan completo. - Dijo el chófer acomodando sus gafas. 

-Voy a ir con Paola y le pediré que invoque un dragón, luego voy a montar al dragón junto con ella para ir con el niño, Paola desmayara a Samantha y yo podré matar a Rick y a Max.- Dijo mientras explicaba con sus manos al mismo tiempo.

-Bien, pues ya llegamos, espero tengas suerte Tod.- Dijo el chófer.

-Gracias, pero no la necesito.- Respondió con una sonrisa y se bajo del coche.

Tod camino hacia un edificio con un letrero brillante con el titulo: "Adivina tú futuro". Entro en la puerta de madera y vio un montón de cosas doradas, un cáliz, un bastón, una mesa, una libreta, entre otros. Había una cortina de color azul con las orillas con cintas doradas, aparto está y se metió en un cuarto en donde había una mesa en el centro de este con una bola transparente, a los costados del cuarto habían más habitaciones con cortinas como puerta. Todos los cuartos estaban apagados excepto uno que estaba a la derecha, tenía una luz amarilla saliendo del foco, fue hacia ahí y se encontró a una mujer joven de 18 años  desnuda secando su cabello con una secadora eléctrica.

-Disculpa Paola...- La mujer grito y volteo a ver a Tod con miedo.

-Ah, eres tú. ¿Qué se te ofrece?- Dijo siguiendo con la secadora. 

-Quiero ofrecerte un trato, llévame con tú hermano y te daré lo que quieras.- Dijo Tod mirando a la joven.

-¿Cómo sabes que conseguirás lo que quiero?- Dijo la joven dejando la secadora y agitando su cabello. Su cabello era negro como el carbón, sus ojos del mismo color pero su piel de color crema.

-Porque se que es lo que más deseas.- Respondió Tod girando sus ojos.

-¿Qué es?- Dijo Paola mirando al joven con ojos de deseo mientras se mordía la uña.

-Un hijo.

-Pero un hijo natural, no uno de la calle o robado.- Dijo acercándose a Tod.

-¿Y donde quieres que lo saque? ¿Te compro un cartel donde diga: "quiero un hijo, estoy gratis"?- Dijo apartando a la mujer. 

-Si me haces un hijo, seguiré tus ordenes hasta que cumpla lo que me ordenaste. ¿Qué quieres que haga?

-Quiero que invoques un dragón, que me acompañes mientras guías al dragón con tú hermano para... matarlo.- Dijo con nerviosismo al final.

-Oh, está bien. Mi hermano no hizo nada por mi, siempre me odio porque era la favorita de mis padres aunque eramos mellizos. Está bien pero recuerda la condición que te dije.

Paola se acerco a Tod y le quito el suéter, dejando a la vista una playera negra, Paola se la quito y empezó a quitarle el botón del pantalón hasta poder bajarlo sin problemas. 

-Mmm, sin ropa interior...

-Soy pobre, y ya acaba con esto que necesito apurarme.- Dijo con suspiros de desesperación.

-Si quieres que cumpla mi parte también tienes que hacer algo.- Respondió con desesperación.

-No se porque la necesidad de tener un hijo.

-Quiero ser madre, es lo único que tienes que saber.- Dijo mientras iba a otro cuarto.- Ven, aquí está la cama.

Tod la siguió y prendió la luz. Paola estaba acostada tapando sus senos y su intimidad con una almohada. 

-Ven aquí...- Dijo.

Tod fue a un costado de la capa y se quedo en un sólo lugar. Paola se acomodo y abrió sus piernas dejando su intimidad al aire libre. 

-¡Ven!- Grito Paola mirando fijamente a Tod que se quedo viendo la intimidad de Paola.- ¿No te parezco atractiva? Mi talla de calzón es grande y de bra también... No entiendo porque a los hombres no les atraigo.- Dijo con cara triste y cerrando sus piernas.

-El problema no es tú cuerpo, es tú manera de atraer a los hombres.- Dijo Tod.

En un abrir y cerrar de ojos, Tod se acerco a Paola abriendo sus piernas y penetrándola. La mujer gimió y agarró a Tod de los hombros mientras los miraba con ojos de deseo. Tod siguió penetrándola.

-Oh... Oh... ¡Adentro!- Gritaba Paola entre gemidos. 

Paola hizo un movimiento ágil y quedo arriba de Tod. Empezó a mover las caderas arriba y abajo. Paola empezó a moverse más rápidamente hasta que los dos llegaron al climax y se quedaron acostados.

-Bien, ahora cumple tú palabra. 

-Está bien, pero déjame descansar un poco, eso fue... Wow...- Respondió Samantha. 

-Si lo que digas.- Tod se sentó en la orilla de la cama y camino hacia el baño donde estaba su ropa.- No te tardes.

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⏰ Última actualización: Aug 14, 2016 ⏰

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