"No podía creer lo que se sentiría ser mujer muy enserio a tal punto de sufrir lo mismo que ella."
Ericka estaba muy confusa y obviamente desesperada por saber lo que sucedió. Yo no quería hablar mucho y de la nada pensé:
"Debería preocuparse en las clases no en mi vida novelesca."
Me mire internamente preguntando en porque pensé tan irritada en eso, como si de mi amiga pasase a ser el profesor de matemáticas, el más odiado de todos, de un momento a otro sentí que no podría estar mas molesta con el mundo, una pequeña molestia y mandaría a todos a volar. La clase comenzó y Calvin seguía en enfermería.
"El querido Calvin, tan compasivo y amigable con todos, nadie podría decirle que no a alguien como él, sin embargo yo sería la excepción ya que finalmente no soy una mujer en si, solo me acostumbro a tratar de ser una."
Cuando finalmente llegaron al salón, al ver a David con una pequeña bolita de algodón entre los dedos y su boca muchos e incluso el profesor se sorprendieron exaltados como si llegase al curso algún cantante famoso.
"Un cantante como Justin Bieber? No! uno mucho mejor, uno como Oliver Sykes, el si moja bragas femeninas y es símbolo se respeto para los chicos."
Se colocaron en círculo y rodearon a David y a Calvin muy rápidamente, las preguntas de farándula no tardaban en llegar y en cierto punto pensé que en verdad exageraban mucho, y si en verdad les preocupa un chico como él, pues a mi me daba igual, lo que tiene en el labio lo tiene merecido por ser un abusivo y un idiota. El profesor alejo a todos los chicos en pocos instantes y estando todos tan confusamente admirados el profesor profesor le pregunto que le había sucedido, otra vez haría la de niño bueno, y si, efectivamente lo hizo sin remedio llegando así a hacer reír a todo el salón por su torpeza al caminar y tropezar de manera aún más idiota.
"Ahora todos recordarán este día como el ridículo de David Furt."
Reí con gusto y mi rabia se había ido, preguntándome aún porque me sentí así en ese momento. El profesor remoto la clase y todos volvíamos a ver al pizarrón o al menos tres personas, entre ellos yo, Calvin y un chico que no se porque jamás recordé su nombre pero que igual mantenía la atención en clase y no el David como lo hacían Ericka y los demás.
Paso el tiempo y mientras cada hora se cambiaba de asignatura poco a poco solo los amigos de David seguían riéndose de él, David noto que me daba mucha gracia que se burlaran de él y solo sonrió con mucha satisfacción como si las burlas no le afectarán y solo recordara lo que me hizo, yo lo vi y solo volteé la mirada para no ver su cara y su labio inferior hinchado. Llego el receso y al fin podía sentirme más tranquila, no cómoda pero si tranquila.
"O al menos eso creía."
Después de no haber visto al idiota en toda la hora de clases los chicos del salón salieron, como siempre Calvin esperaba a que yo saliera pero quien mas se quedo hasta que todos salieran? Exactamente el tonto de David, y no hizo nada malo ni siquiera me miró con odio o venganza solo se acercó y dijo:
.- Lo siento Cristina, no volverá a pasar.
Calvin estaba muy lejos como para escuchar lo que dijo y miró a mi asiento con algo de acecho, como si sus ojos fuesen navajas sobre David, yo no lo pensé en ningún momento y solo respondí:
.- Claro que no volverá a pasar, quieres otro golpe?
Su mirada de puso muy sarcástica y humorística, pensé que diría algo estúpido de nuevo pero me respondió todo lo contrario:
.- No, en verdad lo siento.
No podía creerlo, yo Cristina Bort haciendo que un hombre se disculpe con sinceridad, es algo que ni siendo Christian podría haber logrado. Mis hormonas se combinaron para hacer sentirme culpable y seria al mismo tiempo dejándome solo con la respuesta:
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Cambiado de una vida a otra
Teen FictionUna historia que demostrara que la vida puede cambiarte en tan solo un instante. En este texto conocerás la mente masculina atrapada y dominada por su deseo consecuente.