All I Want de Kodaline suena en el coche.
Vas de viaje a un lugar desconocido pero que dentro de poco será tan conocido como esas canciones virales del verano, a pesar de que tú no lo olvidarás; no olvidarás los detalles de ese lugar tan rápido como se olvidan los ritmos más escuchados en las vacaciones más calurosas y divertidas del año.
Tras la ventana puedes ver un bosque entero siendo zarandeado por el viento; en ese momento lo que llega a tu mente es la libertad, el no estar condicionado por nada ni nadie que sea capaz de controlarte. Si sigues observando puedes ver cómo pasa la carretera, quiero decir, te das cuenta de lo rápido que se puede ir de forma tan simple (hoy en día) y de la forma en la que se relaciona velocidad y tiempo; es increíble ver como éste pasa, y es que ¿sabes qué? La gente tiene el valor de decir que el dinero mueve el mundo, pero no, me niego a ser una copia ignorante más entre el montón. Yo personalmente pienso que el tiempo es lo que mueve el mundo, todos amos del reloj pero nunca del tiempo ¿verdad? Nunca nos queremos dar cuenta de que compramos costosos relojes para después desperdiciar nuestro tiempo y no darle ningún tipo de valor. ¿De qué vale tener un reloj que cueste 2000€ si siempre llegas tarde o si pasas los días viendo las manecillas del reloj moverse?
El ser humano es egoísta y desagradecido en su forma natural, pero así somos, así nos aguantamos y esto es lo que creamos de nosotros.
