No tengo inspiración alguna. Mis musas son unas sucias y se alejan de mí; piensan que se camuflarán entre todas aquellas personas que se van. La luna ha comenzado a llorar porque ya no la miro, no le hago compañía cada noche; ella se siente sola aún rodeada de mil estrellas, las mismas que son tan necias para menospreciarla.
Mi mente está encerrada entre rejas mentales de acero, el que poco a poco se oxida haciendo daño a mis ideas y cortándolas en mil trozos para así no poder alimentarlas de luz.
Ya no sé si debo tener fe o una misma canción sonando cada noche. Sólo sé que esto no tiene arreglo.
