Capítulo 3 "Fantasma exterminado"

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Cómo se habrán imaginado no pude dormir, así que estuve despierta hasta las 3 am que fue cuando Sam regreso, digamos que venía con un moretón en la mejilla y el labio roto, creo que el fantasma no quería ser atrapado.


- ¡Por Dios, Sam!, ¿Qué te pasó?


-ah, ¿Esto? - señaló sus heridas-no es nada, solo una golpiza por parte del espíritu.


-déjame curarte.


El asintió así que me dirigí hacia el baño por el botiquín ,volví y saqué de ahí algodón lo bañe en alcohol y lo apoyé en su labio, agradecí que estuviera sentado si no ni de puntitas llegaría ,soplé estaba tan cerca que no podía evitar las ganas de besar esos pequeños y tentadores labios, me separe rápidamente antes de cometer una estupidez y fui a tirar el algodón y a poner en su lugar el botiquín, cuando volví al cuarto, Sam estaba en la cama durmiendo, de verdad estaba cansado le debía una grande .



Me senté a su lado contemplándolo se veía tan lindo, estiré mi mano y apenas rocé mis dedos con su cabello que estorbaba en su frente quitándoselo, me alejé y prendí el televisor no creía poder dormir aunque el espíritu ya no esté.



Abrí mis ojos acostumbrándome a la luz, miré desorientada en donde me encontraba por un momento, luego recordé todo, de repente siento algo moviéndose debajo mío, miro y noté que estoy casi arriba del castaño, me acomodo a su lado un poco más alejada súper avergonzada, me voltee observando a Sammy, se estiró por Dios era todo un cachorrito.



-¡Buenos días!-me saludó.



- ¡Buenos días! -le sonreí sin poder evitarlo.



-mmm... ¿Has podido dormir?



-sí, algo.



- ¿Te parece ir por Dean y de paso te dejo en tu casa?



- ¡Claro!



me cambié rápidamente en la habitación mientras Sam lo hacía en el baño, salió y nos fuimos sin antes pagar.



Llegamos a mi casa, aún me daba miedo, pero ya no había nada así que ya no hay razón para temer, bajamos y fuimos hasta la entrada, abrí y pasamos Dean estaba durmiendo en el sillón, Sam se acercó y lo despertó de una cachetada la cual sabría que dejaría marca.



-Sam, ¿Por qué hiciste eso? -preguntó su hermano sobándose la mejilla.



-debía despertarte, ¿No? -dijo subiendo y bajando los hombros.



-Idiota-dijo entre dientes mientras se levantaba.



-Hora de irnos-dijo no muy contento el más alto- ¡Fue un gusto conocerte! -me sonrió.





- ¡Igual! -dije sonriéndoles - ¡Gracias! -abrazándolo como pude- enserio Sam gracias, tú también Dean-dije abrazándolo a él igual.



- ¡De nada! -dijeron al unísono.



Los acompañe hasta la puerta, una idea cruzó por mi cabeza, era loca pero estaría cerca de Sam.



- ¿Chicos?



Ambos voltearon.



- ¿Si? -dijo Dean



-sé que puede sonar raro, pero ¿Podría ir a cazar con ustedes?



- ¡No! -dijo cortante Dean



- ¡Dean! -lo retó su hermano-lo que él quiere decir es que no queremos que vayas porque no nos gustaría que tu vida cambie.



-Chicos yo sé que hay cosas ahí afuera que no son normales, mi padre y hermanos son cazadores o lo eran ya no hacen trabajos fuera del estado solo en esta zona y digamos que no quería molestarlos por eso los llame a ustedes.



- ¿Eres cazadora? -preguntó el castaño de pelo largo.



-no, jamás fui a cazar yo era la que buscaba casos. Harry y Rick pues son tercos y no querían que vaya con ellos y ni hablar de mi padre.



- ¡Tienen razón Em!, lo monstruos de allí afuera son peligrosos.



-por favor Sammy-hice puchero



-Sam-le advirtió Dean



-De acuerdo, pero primero te entrenaremos.



- ¡Claro!, iré por mis cosas.













The Hunters - Sam Winchester-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora