EL primer contacto

EL FONDO

Al despertar miré a mi alrededor y vi que la cápsula en la que estaba era semitransparente, así que podía ver fuera de ella, aunque con poca claridad. Noté algo extraño en mi cara, y al examinarlo pude notar que eran gafas de bucear y un respirador. Al mirar a mi izquierda, vi a Marty en otra cápsula, en un estado que espero que sea la inconsciencia. De repente, las cápsulas dejaron de bajar, al chocar con el suelo, y súbitamente, se abrieron. Mis peores sospechas se confirmaron. Estábamos bajo el agua.

Lo que vi en ese momento se podía describir como..... Muerto. Era un paisaje con suelo de arena lisa, pero con agua ligeramente turbia y sin ningún ser vivo aparte de nosotros. No había algas, ni corales, ni nada. De hecho, aunque recuerdo que fuera de día, estaba bastante oscuro. Obviamente, eso no era un destino para hacer turismo submarino. De hecho, el paisaje era bastante deprimente. De pronto, siento movimiento en la cápsula de Marty. En ese momento sentí un gran alivio de que solo estuviera inconsciente.

Entonces.... Oí algo. Era alguien que me hablaba desde una especie de auricular.

-¿Qué tal ahí abajo, se está bien? No te preocupes, todo está controlado, no vais a resultar heridos... Puede.

Marty me miró como si él también estuviera escuchando.

-Oh, por cierto, tenéis unos micrófonos en los respiradores, así que podéis hablar entre vosotros, claro que yo os oiré.

-¿Dónde demonios estamos?-Dije yo.

-¡Sacadnos de aquí ahora mismo!-Dijo Marty.

-Ey ey ey... No hace falta alterarse, más que nada porque si lo hacéis solo tenemos que darle a un botón para cortar el cable de las cápsulas e irnos sin vosotros, y no querréis que eso pase, ¿verdad?

-¿Qué estamos haciendo aquí?-Dije yo.

-Bueno, pongamos las cartas sobre la mesa. Yo estoy buscando un objeto muy valioso, pero está en un sitio muy profundo y yo ya no estoy para hacer ese tipo de trabajo. Así, que os tomo prestados.

-¡¿Cómo puedes hacernos esto después de haber confiado en ti?! ¡No te hemos hecho nada!-Dijo Marty.

-No es nada personal, solo negocios. Necesitaba dos personas capacitadas, y entonces te encontré. Vayamos al grano, pegados a vuestras muñecas hay dos brújulas, ahora id al este.

Yo estaba atónito, me estaba costando creérmelo todo. Entonces Marty habló:

-Hagámosle caso. Es todo lo que podemos hacer.

Asentí con la cabeza. Empezamos a bucear hacia el este, como nos dijo aquel hombre. Tenía una voz grave y áspera, como la de alguien de 50 años, pero hablando de manera algo torpe, como si fuera extranjero.

De pronto, entramos en una zona donde había algas, lo que significaba dos cosas: Que podía haber fauna marina y visibilidad reducida. El hombre nos dijo que no nos separáramos mucho. También nos dijo que teníamos cámaras en el traje, y que podía ver todo lo que hacíamos, aunque no conseguí ver donde estaban.

Mientras pensaba en dónde podrían estar, vi un pequeño caballito de mar marrón. Se movía lentamente hasta que se fue de mi vista. Me puse a pensar en que si habían pequeños herbívoros, para completar la cadena alimenticia deberían haber depredadores por allí. Eso me hizo preocuparme mucho por nosotros.

Cuando miré a Marty para asegurarme de que estaba bien, vi que detrás suya había algo moviéndose. Cuando intentaba avisarle, me di cuenta de lo que era. Una medusa ENORME, casi como sus piernas. Al darse cuenta, intentó alejarse, pero estaba demasiado cerca. Le picó en la pierna en una zona bastante grande. Nos alejamos y vi lo que podía hacer. El traje de neopreno que llevábamos apenas nos cubría hasta las rodillas, así que le dio de lleno en la parte baja de la pierna. Entonces oímos al hombre:

-Yo no os recomendaría parar, No tenéis tanto oxígeno.

-¡Le ha picado una medusa en la pierna, necesita descansar un poco al menos!-Dije yo.

-Yo no os he dicho que no podáis parar, solo que no lo recomiendo. Recordad, no os necesito, siempre puedo encontrar y estafar a más personas.

Esas palabras sonaron demasiado frías para un ser humano. Marty me dijo que ya estaba bien, que ya podía continuar. Le dije que no, pero insistió, así que seguimos. Unos pocos minutos más tarde, salimos de la zona de algas, aunque lentamente por no dejar atrás a Marty.