Sólo siento la soledad que me rodea, las noches de tristeza me carcomen por dentro, tengo los ojos hinchados de tanto llorar, estoy demacrada.
No olvido tu gélida mirada, que acompañaba aquellas horribles palabras, Cómo podría yo imaginarme que mi mejor amiga me abandonaría, ya no estás y no estarás más, sólo quiero que vuelvas, poderte abrazar, ¿sabes? Cuesta creer que te has suicidado, que tu mirada pícara no verá más la mía, que tu risa estrepitosa no resonara más por las paredes de mi casa, o la tuya, o cualquier otro lugar en donde estés, ya no tendré mensajes con constantes amenazas sobre las salidas a las que te obligo a ir, de hablar sobre nuestros desastres.
No voy a olvidar ese momento en que vi tu fino cuerpo lleno de cicatrices, de cortes, de moretones y de quemaduras, de las coronas de púas que adornaban tu abdomen ya infectado por todo lo que te habías hecho.
Mis noche son una tortura, mis días el infierno mismo, vos no estas y yo no te pude ayudar, sentirme inútil es lo mínimo que siento en este momento. Todos intentan consolarme, me torturo con tus recuerdos, se que pronto nos encontraremos....
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Historias
RandomPequeños relatos nacidos de la imaginación de la autora. No tienen nada que ver una historia con la otra.