Nathaniel Ross de diecisiete años cuya familia (papá) tiene que mudarse de su ciudad natal a un lugar completamente diferente de donde nació.
Empezara a conocer gente nueva que con el tiempo se volverán algo importante para el. Como Mia con ella apr...
Él está poniendo la última pieza para dar por terminado su nuevo y más importante invento: un androide.
Este androide o como Charles le dice "El prototipo M14" más conocido como Mia, tiene como propósito vivir en la sociedad sin ser descubierta y aprender a convivir con ellos.
Él dice que ella es su hija, la trata como tal, a pesar de que aún no está terminada y probablemente no lo escuche.
— ¡Ya casi! —exclamó en su laboratorio —. Todo mi esfuerzo —habló delicadamente rozando la mejilla de Mia.
Entonces ¡ocurrió!
Ella abrió sus ojos, color avellana.
—Mia —dijo el hombre aterrado mientras retrocedía al ver a su invento levantarse de la tabla donde estaba acostada.
—Hola soy el prototipo M14 —dijo Mia.
Charles al ver esto palideció, nunca uno de sus inventos había funcionado antes — a excepción de su cucaracha mecánica la cual aplastó—, al ver que este invento tan ingenioso lo hizo no lo creyó y después de un momento de silencio gritó.
— ¡Eres tú! ¡¿Cómo es que hablas?! No entiendo. —estaba emocionado, no podía creer lo que era capaz de crear.
— ¿Acaso eres tú mi creador? — se cuestionó Mia.
—Sí, lo soy, soy tu papá, mi nombre es Charles y tú, tú eres Mia.
— ¿Suya? —preguntó el androide.
Charles rió y dijo: —No, no, no, ese es tu nombre, te llamas Mia.
Nueva York, Estados Unidos 2016.
Mia había tenido un gran avance, era el centro de atención en el laboratorio que había contratado a Charles —ya que él trabajaba en su "laboratorio" en casa— ese mismo año en el que Mia abrió los ojos al mundo por primera vez.
Había aprendido muchas expresiones que usan comúnmente las personas. En ese laboratorio le habían implementado cosas que Charles no tenía en alcance económico.
Se podía decir que Mia era una humana más, a diferencia de que ella no siente, lo cual entristeció a Charles pero el mismo alguna vez dijo que ella era una máquina incapaz de sentir.
—Charles —dijo su jefe —creo que está lista.
Esto es lo que Charles estaba esperando hace mucho, por fin lo lograría.
— ¿De qué habla papá? —cuestionó Mia.
—Iremos a casa y serás una chica normal.
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Nota de autor:
Después de 84 años (los lectores del pasado entenderán) el hombre ha conseguido salir de un agujero negro, ÑAAAAAAAA que mentiras dices Luisma, lo sé ¡DÉJENME SER FELIZ! bueno esta es la nueva cuenta, no les diré el nombre de la antigua BUAJAJAJAJAJAJ SOY TODO UN MALOTE.
Disfruten del prólogo, y pues, ya no quiero escribir más en esta nota, que hartera aaaaahhhhhhh hasta dentro de 8 meses.
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Nuestro querido Charles. (es broma JAJAJA)
Colaboración para escribir este libro por mi prima: Gisenarvaez
