A Mi Guitarra

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Las notas y unos acordes,
Puede calmar y poner orden,
Tus cuerdas y tu sonido,
Me hacen sentir perdido.

Perdido y maravillado,
En un ciclo cortado,
Y también indeterminado,
Un alto grado de agrado.

No soy un maestro musical,
Pero sin ti la música no sería igual,
Al igual que con el jazz,
Tu voz me hacia sentir capaz.

Odio esa triste poesía que sólo habla de amor,
Y tú me acompañas en los ratos en que el dolor,
Me hace escribir a aquel amor estremecedor,
Controlador, hermoso y que me causa temor.

Tu compones cada melodía con tu voz ,
Siquiera necesitas que te toque,
Algo de paciencia.
Pues me entiendes de tres a la dos,
Haces que el silencio desenfoque,
Con tu esencia.

A falta de bullicio sin sentido,
Eres tú, mi amiga, quien calma mis latidos,
Eres quien enciende mis sentidos,
Al compás de cada latido.

–Arcaico.

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