El jovencito Domingo Savio, preclaro alumno de San Juan Bosco, nació en un humilde lugar al pie de los Alpes.
El ardor de su alma que lo impulsaba hacia Jesús y María lo indujo a hacer el siguiente propósito: ANTES MORIR QUE PECAR. Por lo cual creció en edad y gracia queridísimo de todos, tanto por la suavidad de su carácter como por la pureza de costumbres.Recibido por San Juan Bosco en su escuela del Oratorio de Turín, aunque todavía no cumplía los doce años, bajo la guía de su gran Maestro luchó fuertemente en procurar la salvación de su alma y la santidad correspondiente a su condición.
Aún no había cumplido los quince años cuando, sorprendido por una súbita enfermedad, en Mondonio, a donde se había trasladado, el día 9 de Marzo de 1857 voló como ángel entre los Angeles; al cual, ilustre en milagros, el Papa Pío XII, el año Santo lo inscribió en el número de los Beatos y lo canonizó, en el año Mariano, el 12 de Junio de 1954.